Países Bajos: La economía crece a menor ritmo en el cuarto trimestre
En el cuarto trimestre, el PIB aumentó un 0,4% en tasa intertrimestral desestacionalizada, por debajo del 0,8% del tercer trimestre, lo que supone el peor resultado desde el primer trimestre. En términos anuales, el crecimiento económico subió al 1,8% en el cuarto trimestre, frente al 1,7% del trimestre anterior, y marcó la expansión más fuerte desde el primer trimestre de 2023. En 2024 en su conjunto, el crecimiento del PIB fue moderado, del 0,9% (2023: +0,1%), por debajo de la media decenal prepandémica del 1,6%, debido a una caída de la inversión.
A escala nacional, la moderación del crecimiento intertrimestral del PIB se debió a una fuerte reducción de las existencias, incluidas las reservas de gas. En el resto de la economía, el impulso mejoró. El gasto de los hogares se aceleró hasta el 0,9% en términos intertrimestrales desestacionalizados en el cuarto trimestre (3T: +0,8% intertrimestral a/a). Por otra parte, el crecimiento de la inversión fija se aceleró hasta el 3,0% en el cuarto trimestre, tras el aumento del 0,4% del trimestre anterior. Ambos subcomponentes experimentaron un impulso puntual del gasto anticipado ante un nuevo régimen fiscal para los vehículos de motor a partir del 1 de enero de 2025. Por su parte, el consumo público se aceleró hasta una expansión del 0,9% en el cuarto trimestre debido a un aumento del gasto sanitario (tercer trimestre: +0,8% intertrimestral).
En el exterior, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios se mantuvo en el 0,4% del 3T en el 4T. Por el contrario, las importaciones de bienes y servicios se deterioraron, contrayéndose un 0,6% en el 4T (3T: +0,8% intertrimestral a.a.), marcando la peor lectura desde el 1T 2024, al disminuir las importaciones de gas. En consecuencia, la balanza comercial aumentó más de un 7% en el cuarto trimestre.
Se prevé que la economía gane velocidad en 2025 en comparación con el año pasado. La relajación de la política monetaria en la zona del euro impulsará el crecimiento del gasto privado y el repunte de la inversión fija. Además, el crecimiento de las exportaciones se acelerará gracias a la concentración de las exportaciones en el primer semestre del año en previsión de unos aranceles más elevados por parte de EE.UU. más adelante. La inminente guerra comercial entre la UE y EE.UU. es un riesgo clave para las perspectivas.
Marcel Klok, de ING, comentó las perspectivas: «Por ahora somos moderadamente optimistas sobre la demanda interna. Como se espera que los salarios sigan superando a los precios, es probable que el consumo de los hogares mantenga su senda expansiva. También esperamos que continúe la tendencia expansiva del consumo público, ya que se mantienen las fuerzas políticas y demográficas subyacentes. Sin embargo, el comercio es más incierto, ya que se avecinan subidas de aranceles para los productos europeos. Por ahora, suponemos que las exportaciones recibirán cierto impulso en el primer trimestre de 2025 en previsión de cambios en la política estadounidense. A partir de entonces, las exportaciones de bienes podrían sufrir un ritmo de crecimiento más débil.»