Rumanía: La actividad registra en el cuarto trimestre su menor expansión en tres trimestres
El crecimiento del PIB perdió impulso y se situó en el 1,0% interanual en el cuarto trimestre, según las series no ajustadas de la técnica de volumen encadenado con año de referencia 2020, por debajo del 3,6% del tercer trimestre. La lectura del cuarto trimestre marcó la expansión más suave desde el primer trimestre de 2023. En términos intertrimestrales desestacionalizados, la actividad económica cayó un 0,5% en el cuarto trimestre, en contraste con el crecimiento del 1,0% del trimestre anterior. La lectura del 4T marcó la caída más pronunciada desde el 1T.
El consumo público cayó al ritmo más pronunciado desde el 2T 2022, contrayéndose un 2,9% (3T: +8,8% interanual). Mientras tanto, el crecimiento de la inversión fija cayó al 8,6% en el cuarto trimestre, lo que supone el peor resultado desde el segundo trimestre de 2022 (tercer trimestre: +11,3% interanual). Por el contrario, el gasto de los hogares aumentó un 3,4% en el cuarto trimestre, por encima de la expansión del 1,5% del tercer trimestre. En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios se contrajeron un 6,8% en el cuarto trimestre, marcando el peor resultado desde el tercer trimestre de 2020 (tercer trimestre: -3,4% interanual). Por el contrario, las importaciones de bienes y servicios cayeron a un ritmo más suave del 1,8% en el cuarto trimestre (3T: -8,3% interanual).
La economía debería ganar tracción este año con respecto al anterior. El gasto de los consumidores debería acelerarse gracias al descenso de la inflación, el aumento de los salarios y la subida de las pensiones. Además, la actividad industrial debería recuperarse gracias a la mejora de la demanda exterior. Los esfuerzos de consolidación fiscal y el avance de las reformas son factores a tener en cuenta.
Al comentar las perspectivas, Vlad Ionita, de Erste Bank, declaró: “Mantenemos nuestra previsión de un crecimiento del PIB del +2,6% en 2024 a la luz de los datos recientes. El impulso del consumo privado comenzó en el cuarto trimestre de 2023, y se espera que continúe a lo largo de 2024, ya que el fuerte crecimiento de los salarios reales, la relajación de las condiciones de política monetaria y las mejores perspectivas de la demanda externa deberían fomentar un mayor gasto privado. También esperamos que la contribución de la formación bruta de capital fijo siga siendo significativa en 2024, respaldada por las entradas de fondos de la UE y la continuación de las inversiones estatales en infraestructuras.”