Finlandia: La economía termina el año en punto muerto
La revisión de la contabilidad nacional reveló que la economía se contrajo un 0,2% en el cuarto trimestre en términos intertrimestrales desestacionalizados. La lectura supuso un deterioro con respecto a la cifra revisada al alza del 0,5% del tercer trimestre y a la estimación preliminar de una expansión del 0,1% en el cuarto trimestre. En términos anuales, el crecimiento del PIB se mantuvo en el 1,1% del tercer trimestre, el mejor resultado conjunto desde el segundo trimestre de 2022. Aun así, la economía finlandesa se contrajo por segundo año consecutivo en 2024, registrando un descenso del 0,2% (2023: -0,9%).
A nivel nacional, la desaceleración trimestral se debió en gran medida a una caída del 0,6% del gasto privado, que empeoró con respecto a la expansión del 0,3% del trimestre anterior; la tasa de desempleo aumentó y el crecimiento de los salarios reales perdió tracción en el cuarto trimestre, lo que afectó a los presupuestos familiares. Más positivo fue el estancamiento de la inversión fija en los tres meses anteriores a diciembre, tras una contracción del 0,8% en el tercer trimestre, beneficiándose de la relajación monetaria en curso por parte del BCE. Por otra parte, el gasto público repuntó un 1,2% en el cuarto trimestre (-1,2% intertrimestral en el tercer trimestre). En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 0,9% en el cuarto trimestre (-0,4% intertrimestral en el tercer trimestre). Por su parte, las importaciones de bienes y servicios se contrajeron un 1,4% en el cuarto trimestre (+0,1% intertrimestral en el tercer trimestre). En consecuencia, el comercio neto contribuyó positivamente a la lectura global del PIB.
Nuestros panelistas esperan que el crecimiento secuencial del PIB regrese en el primer trimestre de 2025, tras lo cual prevén que el impulso se estabilice aproximadamente hasta el cuarto trimestre. Como resultado, nuestro Consenso es que la economía repunte en general en 2025 y supere su media decenal prepandémica del 1,1%. Los recortes de los tipos de interés deberían impulsar la recuperación tanto de la inversión fija como del gasto privado -el país tiene una gran proporción de hipotecas variables-; el consumo de los hogares también debería beneficiarse de un sólido crecimiento de los salarios reales. En el frente exterior, la mayor demanda de la UE apuntalará un repunte del crecimiento de las exportaciones. La salud de las economías alemana y sueca, así como el alcance de los aranceles estadounidenses, son factores de riesgo clave.