Zona euro: El BCE se mantiene impasible, pero admite una inflación superior a la prevista en la reunión de octubre
En su reunión del 28 de octubre, el Banco Central Europeo (BCE) reafirmó que llevará a cabo compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia (PEPP) a un “ritmo moderadamente inferior” al del segundo y tercer trimestres del año. Al mismo tiempo, mantuvo los tipos de interés de las operaciones principales de financiación, de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito en sus mínimos históricos respectivos del 0,00%, 0,25% y -0,50%, y no modificó sus otras medidas de estímulo, manteniendo así su política monetaria altamente expansiva. Dicho esto, el Presidente Lagard señaló que las anteriores perspectivas de inflación del Banco habían sido demasiado benignas, allanando el camino para la reducción de las compras de activos en la próxima reunión de diciembre. El BCE considera que la economía se está expandiendo con fuerza gracias a la introducción de vacunas y a la solidez del gasto de los hogares, aunque la escasez de oferta podría limitar el ritmo de la recuperación. Mientras tanto, la inflación se disparó al 3,4% en septiembre, en un contexto de subida de los precios de la energía y recuperación de la demanda, así como de un efecto de base bajo, y el Banco prevé que siga subiendo durante más tiempo del previsto inicialmente. Dicho esto, la inflación debería moderarse el próximo año, aunque los posibles estrangulamientos prolongados de la oferta y los efectos de segunda ronda sobre los salarios plantean riesgos al alza para la inflación. El Banco reiteró que mantendrá los tipos de interés en su nivel actual o inferior “hasta que vea que la inflación alcanza el 2,0% mucho antes del final de su horizonte de proyección y de forma duradera durante el resto del horizonte de proyección, y considere que los progresos realizados en la inflación subyacente están lo suficientemente avanzados como para ser coherentes con una estabilización de la inflación en el 2,0% a medio plazo”. Añadió que esto podría “implicar un período transitorio en el que la inflación se sitúe moderadamente por encima del objetivo”. Nuestros panelistas consideran que los tipos se mantendrán estables a lo largo del próximo año, y algunos apuntan a una primera subida en 2023.
Carsten Brzeski, economista jefe para la eurozona de ING, comentó la última decisión y los posibles movimientos futuros: “Todo esto significa que el BCE no tiene prisa por endurecer la política monetaria, ya que sigue manteniendo la opinión de que el actual episodio de inflación demasiado alta es sólo temporal. Sin embargo, la opinión de que los costes de ir por detrás de la curva son mucho menores que los costes de una normalización prematura de la política monetaria parece apoyarse sobre bases menos sólidas que hace unos meses. Si la reunión de hoy del BCE se ha caracterizado por tres palabras, “inflación, inflación, inflación”, la reunión de diciembre podría caracterizarse, en nuestra opinión, por otras tres palabras: ‘tapering, tapering y tapering'”.