Zona euro: El BCE mantiene sus planes de reducir gradualmente los estímulos en su reunión de febrero
En su reunión del 3 de febrero, el Banco Central Europeo (BCE) confirmó su plan de reducir gradualmente las compras netas en el marco del programa de compras de emergencia (PEPP) y suspenderlas a finales de marzo. Al mismo tiempo, para amortiguar el impacto de la reducción del estímulo monetario, reiteró que elevará su programa de compra de activos (PPA) a 40.000 millones de euros en el segundo trimestre de 2022 y a 30.000 millones de euros en el tercer trimestre, antes de reconducirlo a su ritmo actual de 20.000 millones de euros a partir de octubre. Mientras tanto, el BCE mantuvo los tipos de interés de las operaciones principales de financiación, de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito en sus mínimos históricos respectivos del 0,00%, el 0,25% y el -0,50%, manteniendo así una política monetaria significativamente expansiva.
Las presiones inflacionistas han seguido aumentando, principalmente por el incremento de los costes de la energía, que a su vez ha hecho subir los precios en muchos sectores, así como los costes de los alimentos. En consecuencia, el Banco declaró que se espera que la inflación se mantenga elevada durante más tiempo del previsto. Mientras tanto, se espera que el ritmo de expansión económica siga siendo moderado en el primer tramo de este año debido a las prolongadas restricciones de la oferta y a la propagación de la variante Omicron, aunque el mercado laboral sigue mejorando. Con todo, el Banco optó por mantener su plan previamente establecido de reducir gradualmente los estímulos. El Banco añadió que espera que “los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en sus niveles actuales o inferiores hasta que vea que la inflación alcanza el 2% mucho antes del final de su horizonte de proyección”, aunque esto podría implicar “un periodo transitorio en el que la inflación se sitúe moderadamente por encima del objetivo”.
Al comentar la decisión del BCE, Carsten Brzeski, economista jefe para la zona euro de ING, señaló: “El BCE aplazó la adopción de las próximas medidas hasta la reunión de marzo, cuando se dispondrá de una nueva ronda de previsiones macroeconómicas y, en particular, de inflación. Lagarde abrió la puerta a una aceleración de las reducciones de las compras de activos y a una subida de tipos este año. Teniendo todo esto en cuenta y suponiendo que los precios de la energía no caigan en picado en las próximas cuatro semanas, esperamos que el BCE acelere la reducción de las compras netas de activos y las ponga fin en septiembre, lo que le permitiría subir el tipo de depósito al menos una vez antes de fin de año.”