Zona euro: La eurozona entra en recesión técnica
En el primer trimestre, la economía registró una caída intertrimestral desestacionalizada del 0,1% respecto al trimestre anterior, igualando la caída del 0,1% del cuarto trimestre y situándose por debajo de la lectura preliminar de un aumento del 0,1%. En comparación con el 1T 2022, el PIB anual desestacionalizado aumentó un 1,0% en el 1T, tras la subida del 1,8% registrada en el trimestre anterior. La desaceleración trimestral se debió a la elevada inflación, la debilidad de la actividad industrial y el empeoramiento de las perspectivas económicas mundiales.
En el plano interno, el gasto de los hogares se contrajo un 0,3% en el primer trimestre, tras el descenso del 1,0% registrado en el cuarto, ya que los hogares sufrieron los efectos de la elevada inflación y el agotamiento de sus ahorros. Por su parte, la inversión en capital fijo creció un 0,6% en el primer trimestre, frente a la caída del 3,5% del cuarto, probablemente sostenida por el desembolso de los fondos de la UE de nueva generación. Por último, el gasto público cayó un 1,6% (+0,8% en el cuarto trimestre), mientras que la reducción de existencias restó 0,4 puntos porcentuales al crecimiento.
En el ámbito exterior, las exportaciones de bienes y servicios bajaron un 0,1% en el primer trimestre, por encima de la disminución del 0,3% del cuarto trimestre. Por su parte, las importaciones de bienes y servicios cayeron un 1,3% en el primer trimestre (-2,5% en el cuarto). En conjunto, el sector exterior contribuyó en 0,7 puntos porcentuales a la lectura intertrimestral.
Bert Colijn, economista senior de ING, comentó: “La significativa revisión a la baja se debió principalmente a que Alemania revisó a la baja sus cifras a medida que iban apareciendo nuevos datos. […] En general, la economía de la eurozona está volviendo a las andadas, a medida que la política monetaria empieza a pesar más en la actividad, el gasto post-pandémico se desvanece y la crisis energética acecha”.