Turquía: La economía mejora en el último trimestre de 2023
El crecimiento del PIB mejoró hasta el 1,0% en tasa intertrimestral desestacionalizada en el cuarto trimestre, frente al 0,3% del tercer trimestre. La lectura sorprendió a los mercados al alza y se vio impulsada principalmente por un consumo privado más fuerte. En términos anuales, el crecimiento económico se ralentizó notablemente hasta el 4,0% en el cuarto trimestre, frente al 6,1% del periodo anterior. En el conjunto de 2023, la economía creció un 4,5%, por debajo del 5,5% de 2022 y de la media decenal del 5,3%.
El crecimiento del gasto de los hogares repuntó, creciendo un 3,6% intertrimestral desestacionalizado en el cuarto trimestre, frente a una contracción del 1,7% en el tercer trimestre. La mejora se debió en gran medida a la fuerte resistencia de los consumidores turcos al aumento del coste de la vida; la inflación media del trimestre alcanzó su nivel más alto en un año, mientras que las condiciones de financiación fueron notablemente más restrictivas que en el tercer trimestre. Por su parte, el gasto público cayó al ritmo más pronunciado desde el tercer trimestre de 2022, contrayéndose un 4,3% (tercer trimestre: +2,6% interanual intertrimestral). Por su parte, la inversión fija se contrajo un 0,8% en el cuarto trimestre, lo que supone el peor resultado desde el tercer trimestre de 2022 (tercer trimestre: +4,9% interanual intertrimestral), probablemente afectado por el fuerte ajuste monetario del Banco Central. En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios se contrajeron un 2,5% en el cuarto trimestre, lo que supone el peor resultado desde el cuarto trimestre de 2022 (tercer trimestre: +5,2% interanual intertrimestral). Por su parte, las importaciones de bienes y servicios se deterioraron, contrayéndose un 3,9% en el cuarto trimestre (3T: +1,6% intertrimestral).
Los datos de las encuestas de coyuntura de enero y febrero sugieren que la economía ha empezado el año sobre una base sólida, y que el compromiso del Gobierno con políticas económicas ortodoxas ha reforzado la confianza de los inversores. No obstante, se prevé que el crecimiento secuencial siga siendo moderado hasta el cuarto trimestre, momento en el que el Banco Central empezará a recortar los tipos de interés en un contexto de menores presiones sobre los precios. La escalada de las tensiones geopolíticas regionales plantea un riesgo a la baja.
Muhammet Mercan, economista jefe de ING, comentó las perspectivas: “Vemos un crecimiento del PIB este año del 2,5%. Los riesgos son, sin embargo, al alza, dadas las previsiones del Plan a Medio Plazo (MTP) del 4% del Gobierno y el mantenimiento de una política fiscal de apoyo, además de una posible recuperación de la entrada de capital extranjero.”