Turquía: El crecimiento del PIB se desploma en el tercer trimestre
El crecimiento del PIB disminuyó al 0,3% en tasa intertrimestral desestacionalizada en el tercer trimestre, frente al 3,3% del segundo. La lectura decepcionó a los mercados, que esperaban una desaceleración más suave. En términos anuales, el crecimiento económico mejoró hasta el 5,9% en el tercer trimestre, frente a la expansión del 3,9% del periodo anterior.
La brusca desaceleración del tercer trimestre se produjo en medio del cambio de política del país hacia la ortodoxia económica tras las elecciones generales de mayo. El Banco Central duplicó el tipo de interés oficial del 15,00% al 30,00% durante el trimestre. Además, permitió que la lira se depreciara notablemente, lo que reavivó las presiones sobre los precios. En este contexto, el consumo privado se deterioró bruscamente, contrayéndose un 1,7% intertrimestral desestacionalizado en el tercer trimestre, frente al 4,7% del segundo. Por otra parte, el crecimiento del consumo público se moderó al 1,8% en el tercer trimestre (2T: +2,8% intertrimestral), tras el generoso gasto preelectoral del segundo trimestre. Dicho esto, el crecimiento de la inversión fija repuntó hasta el 5,4% en el tercer trimestre, frente a la expansión del 3,1% registrada en el trimestre anterior.
En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios se recuperaron, creciendo un 5,4% en el 3T (2T: -1,3% intertrimestral). Por el contrario, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios se moderó hasta el 2,3% en el tercer trimestre (2T: +5,2% intertrimestral), un nuevo testimonio del debilitamiento de la demanda interna.
Nuestros panelistas consideran que la economía se contraerá en términos secuenciales en el cuarto trimestre, a medida que siente cada vez más los efectos del ciclo de subidas en curso; las empresas y los hogares se mantuvieron marcadamente pesimistas en octubre-noviembre. De cara a 2024, el crecimiento del PIB se ralentizará con respecto a la expansión prevista para este año. La demanda interna perderá fuerza a medida que la restricción monetaria se vaya filtrando en la economía. Además, se prevé que la inflación se mantenga obstinadamente alta y que la tasa de desempleo aumente. En el lado positivo, las exportaciones repuntarán en un contexto de estabilización de la actividad económica en Europa. La intensificación de las tensiones geopolíticas regionales constituye un riesgo a la baja.
Los analistas de Fitch Solutions comentaron: “Nuestra opinión sigue siendo que una relajación de los estímulos monetarios y fiscales en el periodo postelectoral desencadenará una recesión, aunque sea necesaria para reducir la altísima inflación que ha asolado la economía.