Suecia: El crecimiento económico registra en el tercer trimestre el mejor resultado en un año
La economía creció un 2,0% en términos intertrimestrales desestacionalizados en el tercer trimestre de 2021, lo que supone una mejora respecto al aumento del 1,0% registrado en el segundo trimestre y un ligero aumento respecto a la estimación del 1,8% de la publicación preliminar del tercer trimestre. En términos anuales, el PIB creció un 4,5% en el tercer trimestre, ligeramente por debajo de la estimación inicial del 4,7% y del 9,6% del segundo trimestre, al reducirse el efecto de base favorable.
A nivel nacional, el gasto de los hogares encabezó el repunte del crecimiento trimestral, mejorando hasta un aumento del 2,4% en términos intertrimestrales ajustados estacionalmente en el tercer trimestre, lo que supuso la mejor lectura desde el tercer trimestre de 2020 (2T: +1,4% intertrimestral anual). Sin embargo, el crecimiento del gasto público se desaceleró al ritmo más débil desde el primer trimestre de 2021, situándose en tan solo el 0,2% (2T: +0,7% interanual trimestral), mientras que el crecimiento de la inversión fija se ralentizó hasta el 2,6% en el 3T, desde el aumento del 4,1% registrado en el trimestre anterior. Mientras tanto, el sector exterior pesó en la lectura global. Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 0,5% trimestral desestacionalizado en el tercer trimestre, lo que contrasta con la contracción del 0,7% del segundo trimestre. Sin embargo, las importaciones de bienes y servicios se recuperaron a un ritmo más rápido, creciendo un 2,4% en el tercer trimestre (2T: +1,0% intertrimestral) y marcando la mejor lectura desde el cuarto trimestre de 2020. En consecuencia, el sector exterior restó 0,7 puntos porcentuales al crecimiento global, igualando la detracción registrada en el 2T.
De cara al futuro, los datos disponibles sugieren que la economía seguirá creciendo a un ritmo robusto en lo que queda de año. La confianza de las empresas y los consumidores, unida a unos niveles de empleo más elevados, es un buen augurio para el gasto y la inversión. Por otra parte, los índices PMI de octubre y noviembre siguieron mostrando una mejora de la situación en los sectores manufacturero y de servicios. Por otra parte, el mantenimiento de una política monetaria expansiva debería impulsar aún más la actividad. Sin embargo, la persistente incertidumbre sobre la pandemia empaña las perspectivas, ya que es probable que se vuelvan a endurecer las restricciones si aumentan las tasas de infección. Morten Lund, economista de JPMorgan, comenta las perspectivas: “En general, el panorama sigue siendo que la demanda subyacente es fuerte y que el crecimiento del PIB debería mantenerse por encima del potencial en el cuarto trimestre. El riesgo es a la baja debido a las persistentes interrupciones de la cadena de suministro, los elevados precios de la energía y la aparición de la cuarta ola de Covid-19 en Europa, aunque este último riesgo debería tener sobre todo un impacto negativo en la cifra del PIB del 1T 2022”.