Suecia: El crecimiento alcanza máximos de varios años en el 3er trimestre
El PIB creció un 4,9% en tasa intertrimestral desestacionalizada en el tercer trimestre, lo que supone un fuerte repunte tras la contracción del 8,0% registrada en el segundo trimestre y supera notablemente la expansión del 4,3% estimada en la publicación preliminar del tercer trimestre. Mientras tanto, en términos anuales, la actividad económica cayó a un ritmo más moderado del 2,5% en el tercer trimestre, frente al descenso del 7,4% del trimestre anterior.
El repunte intertrimestral reflejó un rápido retorno al crecimiento del consumo privado y de las exportaciones, ya que tanto la actividad nacional como la internacional se beneficiaron de la relajación de las restricciones relacionadas con la pandemia en el 3T. A escala nacional, el gasto de los hogares aumentó un 6,3% en términos intertrimestrales desestacionalizados en el tercer trimestre (-7,9% intertrimestral en el segundo trimestre), lo que representa la tasa más rápida desde 1990. El consumo público también se recuperó, con un crecimiento del 2,0% en el 3T (-2T: -1,8% intertrimestral), gracias a que el estímulo fiscal se trasladó finalmente a la economía. Por último, el crecimiento de la inversión fija alcanzó un máximo de más de dos años del 2,4% en el tercer trimestre (2T: -4,0% interanual trimestral). En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios volvieron a crecer, disparándose un 11,2% en el 3T (2T: -17,9% interanual trimestral) al mejorar la demanda internacional y reducirse las interrupciones de la cadena de suministro. Por otra parte, las importaciones de bienes y servicios se recuperaron y crecieron un 9,2% en el tercer trimestre (-12,8% intertrimestral en el segundo trimestre). De este modo, el sector exterior contribuyó en 1,3 puntos porcentuales a la lectura global.
De cara al futuro, los datos recientes indican un cuarto trimestre apagado: los PMI de octubre y noviembre mostraron una mejora continua en los sectores manufacturero y de servicios, mientras que las ventas minoristas de octubre crecieron con fuerza. Sin embargo, tanto la confianza de los consumidores como la de las empresas descendió en noviembre tras el aumento de las infecciones diarias por coronavirus, que llevó a aplicar límites más estrictos en un esfuerzo por contener la propagación. No obstante, al igual que en la primera oleada de la pandemia, las restricciones impuestas siguen siendo menos punitivas que las impuestas en otros países europeos. En cuanto a las perspectivas, Lisa Alexandersson, economista jefe de JPMorgan, comentó: «Creemos que el enfoque más suave no salvará a Suecia de sufrir una pequeña contracción de la actividad a corto plazo, pero, debido a la falta de medidas de bloqueo, pensamos que el descenso será de menor magnitud que en la zona euro. Prevemos un crecimiento del PIB del -0,1% intertrimestral en el 4T, y del -1,0% en el 1T21. Las Olsen y Jens Nærvig Pedersen, economistas de Danske Bank, coinciden y comentan: «Hay indicios sólidos que sugieren que el impacto económico de la segunda oleada de Covid-19 será de naturaleza más asimétrica que en el caso de la primera oleada en primavera. Actualmente, no hay nada que sugiera que la industria manufacturera esté bajo presión, sino más bien lo contrario, como sugiere la mejora de los PMI y los datos de exportación. [Sin embargo, los analistas de Swedbank son menos positivos en cuanto a las perspectivas a corto plazo: «De cara al futuro, prevemos un ligero descenso del crecimiento en el cuarto trimestre. Aunque los datos de ventas al por menor de octubre se mantuvieron bastante estables, los datos de transacciones con tarjeta de Swedbank Pay muestran un marcado descenso del gasto de los consumidores durante noviembre, liderado por un menor consumo de servicios. La recuperación será accidentada y hay mucha incertidumbre».