Sudáfrica: El PIB cae más de lo previsto en el tercer trimestre
El PIB se contrajo un 0,2% en tasa intertrimestral desestacionalizada en el tercer trimestre, por debajo de la expansión del 0,5% registrada en el segundo trimestre. La lectura del tercer trimestre fue la peor desde el cuarto trimestre de 2022.
A nivel nacional, el gasto de los hogares se contrajo un 0,3% en el tercer trimestre (-0,2% intertrimestral en el segundo trimestre), lo que supone el mayor descenso en dos años. Además, la inversión fija se contrajo un 3,4% en el 3T (2T: +3,8% intertrimestral), lo que supone el peor resultado desde el 2T de 2020. Mientras tanto, el crecimiento del consumo público fue el más lento desde el segundo trimestre de 2020, con una expansión del 0,3% (2T: +1,8% intertrimestral). En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 0,6% en términos trimestrales desestacionalizados en el tercer trimestre, igualando la lectura del segundo trimestre. Por el contrario, las importaciones de bienes y servicios se deterioraron, contrayéndose un 8,6% en el tercer trimestre (2T: +3,2% intertrimestral), marcando la peor lectura desde el 2T de 2020. El descenso trimestral del PIB sorprendió a los mercados a la baja. La crisis de las infraestructuras portuarias y ferroviarias agravó el problema del suministro eléctrico, con apagones de hasta 10 horas diarias que afectaron a la actividad. Como dato positivo, la tasa de desempleo disminuyó en el tercer trimestre -aunque siguió siendo una de las más altas del mundo- y la inflación se situó por término medio por debajo del segundo trimestre.
En términos anuales, el PIB se contrajo un 0,7% en el 3er trimestre, lo que contrasta con el aumento del 1,5% del periodo anterior. La lectura del 3er trimestre marcó la caída más pronunciada desde el 1er trimestre de 2021.
Se espera que la economía vuelva a crecer en el cuarto trimestre de 2023, en gran parte debido a una base de comparación favorable. Sin embargo, en 2024, el crecimiento secuencial debería ganar impulso.
Los analistas del EIU comentaron los riesgos al alza para el crecimiento del PIB en 2024: “Un impulso clave para el crecimiento en 2024 será una disminución gradual de la escasez de electricidad a medida que la nueva generación de energía renovable del sector privado entre en funcionamiento, dando lugar a menos casos de grandes cortes de energía y menos interrupciones en las operaciones comerciales. La reducción simultánea de los cuellos de botella en el transporte reforzará la tendencia positiva, aunque hay pocas perspectivas de que las limitaciones logísticas y de suministro eléctrico desaparezcan en 2024”.