Rumanía: El crecimiento se refuerza en el cuarto trimestre, pero se debilita en el conjunto de 2024
Una segunda publicación confirmó que el crecimiento del PIB aumentó al 0,8% intertrimestral desestacionalizado en el cuarto trimestre (3T: +0,1% intertrimestral a/a), marcando la mayor expansión en más de un año. En términos anuales, el crecimiento del PIB se suavizó hasta el 0,7% en el cuarto trimestre (3T: +1,2% interanual). Dicho esto, el crecimiento del PIB cayó al 0,9% en 2024 en su conjunto (2023: +2,4%), marcando el resultado más débil desde 2013, salvo la desaceleración inducida por la pandemia de 2020.
La subida secuencial reflejó principalmente una recuperación del consumo privado: El gasto de los hogares repuntó un 1,5% en el cuarto trimestre (-0,3% intertrimestral en el tercer trimestre). Sin embargo, el consumo público se desplomó un 5,4% en el cuarto trimestre (3T: +1,4% intertrimestral), lastrado por el procedimiento de déficit excesivo de la Comisión Europea. Por otra parte, la inversión fija se contrajo un 3,9% en el mismo trimestre (-0,1% intertrimestral en el tercer trimestre), registrando así su cuarta caída consecutiva.
En el sector exterior, las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 1,5% en el cuarto trimestre (-3,1% intertrimestral). Por su parte, las importaciones de bienes y servicios repuntaron un 2,4% en el cuarto trimestre (-3,8% intertrimestral), lo que lastró el resultado global.
Nuestros panelistas prevén que en el primer trimestre de 2025 la economía crezca a un ritmo más lento que en el cuarto trimestre. Además, los riesgos se inclinan a la baja, ya que la elevada incertidumbre política nacional e internacional podría pesar sobre el consumo privado, el principal motor de la economía rumana; la confianza de los consumidores se derrumbó al nivel más bajo desde abril de 2023 en enero y se mantuvo moderada en febrero. Para 2025, nuestro panel ha recortado su previsión de crecimiento del PIB en 0,5 puntos porcentuales desde diciembre de 2024: El aumento del proteccionismo estadounidense, el procedimiento de déficit excesivo de la Comisión Europea, la inestabilidad política y unas perspectivas de crecimiento más débiles en la UE han lastrado las perspectivas. En consecuencia, se prevé que el crecimiento económico se sitúe en 2025 por debajo de la media decenal anterior a la pandemia, del 3,1%, aunque debería acelerarse a partir de 2024.
Vlad Ionita, analista de Erste Bank, comentó: «La anunciada consolidación fiscal muy probablemente pesará sobre el consumo, que vemos desacelerándose significativamente en 2025. Las inversiones serán un motor clave para el crecimiento de este año y será muy importante seguir la absorción de los fondos de la UE. El fuerte efecto negativo de las exportaciones netas debería ser menos grave este año, ya sea por la mejora de la demanda exterior o por efectos de base combinados con un consumo interno más débil.»