República Checa: La segunda publicación muestra que la economía se comportó mejor de lo previsto en el cuarto trimestre
Según una estimación revisada, el PIB cayó un 4,7% interanual en el cuarto trimestre (anteriormente: -5,0% interanual), moderando la contracción del 4,9% observada en el tercer trimestre. Por su parte, en términos intertrimestrales desestacionalizados, el PIB creció un 0,6% en el cuarto trimestre (anteriormente: +0,3% intertrimestral), tras el aumento del 7,1% del trimestre anterior. En el conjunto del año, la economía se contrajo un 5,6%, lo que contrasta fuertemente con la expansión del 2,2% de 2019 y marca la peor contracción desde que se iniciaron los registros actuales en 1996. La menor contracción anual del 4T reflejó una mejora del sector exterior, que compensó con creces el empeoramiento de la dinámica de la economía nacional. Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 4,7% en el cuarto trimestre, frente a la caída del 3,1% del tercer trimestre, en un contexto de fortalecimiento del comercio internacional y relajación de las restricciones de Covid-19 en el extranjero. Además, las importaciones de bienes y servicios aumentaron un 0,2% en el cuarto trimestre (-5,2% interanual en el tercer trimestre). Por consiguiente, el sector exterior en su conjunto añadió 3,7 puntos porcentuales a la lectura global en el cuarto trimestre, tras la suave adición de 1,4 puntos porcentuales del trimestre anterior. En el frente interno, el gasto de los consumidores cayó un 8,3% más pronunciado en el cuarto trimestre, frente a la contracción del 3,6% del tercer trimestre, en un contexto de medidas de contención más estrictas y de un sentimiento de los consumidores más pesimista. Por otra parte, la inversión fija se contrajo un 12,3% más en el cuarto trimestre, tras la caída del 10,3% del trimestre anterior, mientras que el crecimiento del consumo público se aceleró y se disparó un 4,9% (3T: +0,1% interanual).
En cuanto a las perspectivas económicas a corto plazo, Jakub Seidler, economista jefe para la República Checa de ING, declaró: «La actual situación negativa de Covid y la tercera ola han llevado a restricciones más estrictas que afectarán al crecimiento en el 1T21, pero si se evita un bloqueo total (incluida la industria), las exportaciones netas podrían ayudar a limitar las consecuencias económicas negativas de las restricciones más estrictas, aunque las empresas industriales también están luchando con las interrupciones de las cadenas de suministro en el 1T, que están afectando negativamente a la producción, principalmente en el sector de la automoción» De cara al futuro, el PIB volverá a crecer en 2021. La recuperación de la demanda de los principales socios comerciales europeos debería apuntalar el sector exterior, mientras que el aumento del consumo y del gasto de capital en el marco de medidas fiscales y monetarias de apoyo debería impulsar la demanda interna. Sin embargo, la incierta evolución de la pandemia empaña las perspectivas.