República Checa: La segunda publicación confirma que la contracción se suavizó en el 1er trimestre
Una estimación revisada confirmó que el PIB cayó un 2,1% interanual en el primer trimestre, en medio de otra oleada de infecciones por el virus Covid-19, que llevó al Gobierno a endurecer las restricciones. Dicho esto, el descenso se moderó respecto a la contracción del 4,8% observada en el cuarto trimestre de 2020. Mientras tanto, en términos intertrimestrales desestacionalizados, el PIB se contrajo un 0,3% en el primer trimestre, lo que contrasta con el aumento del 0,6% del trimestre anterior.
La contracción anual del primer trimestre reflejó un descenso considerable de la demanda interna, que compensó con creces la contribución positiva del sector exterior. En el ámbito nacional, el gasto de los consumidores cayó un 6,1% en el primer trimestre, aunque de forma menos pronunciada, frente a la contracción del 8,3% del cuarto trimestre de 2020, en un contexto de pesimismo de los consumidores y en un momento en que el sector de los servicios se vio afectado por el endurecimiento de las restricciones. Por su parte, la inversión fija se contrajo un 3,6% en el primer trimestre, tras la caída del 12,8% del trimestre anterior, mientras que el crecimiento del consumo público se redujo notablemente hasta el 1,3% (+7,0% interanual en el cuarto trimestre de 2020). Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 4,3% en el primer trimestre, tras el incremento del 4,7% del cuarto trimestre de 2020, en un contexto de fortalecimiento del comercio internacional y recuperación de la actividad manufacturera. Por otra parte, las importaciones de bienes y servicios aumentaron un 5,6% en el 1T (4T 2020: +0,2% interanual). Así pues, el sector exterior en su conjunto restó 0,8 puntos porcentuales a la lectura global del primer trimestre, en contraste con la contribución de 3,7 puntos porcentuales del cuarto trimestre de 2020.
Se prevé que el crecimiento económico regrese este año, después de que el PIB se contrajera notablemente en 2020. El consumo y el gasto de capital deberían repuntar gracias al levantamiento gradual de las restricciones, la considerable afluencia de fondos de la UE y las políticas fiscales y monetarias de apoyo, mientras que la reactivación de la demanda externa debería impulsar la crucial industria automovilística. Sin embargo, la incertidumbre sobre el curso de la pandemia empaña las perspectivas.