Portugal: La economía prácticamente se estanca en el cuarto trimestre, en contraste con el sólido crecimiento del tercero
La estimación del PIB publicada por el Instituto Nacional de Estadística el 2 de febrero muestra que la economía creció un escaso 0,4% en términos intertrimestrales desestacionalizados en el cuarto trimestre, tras aumentar un 13,3% en el tercer trimestre. En términos anuales, el PIB se contrajo un 5,9% en el cuarto trimestre (-5,7% en el tercer trimestre). El resultado significa que la economía se contrajo un 7,6% en el conjunto de 2020, en contraste con la expansión del 2,2% de 2019, lo que muestra la magnitud del impacto de la pandemia sobre la actividad. Aunque no se disponía de un desglose con la publicación de la situación, la pérdida de impulso se debió probablemente a que las restricciones relacionadas con el Covid-19 -que se endurecieron desde mediados de octubre e incluyeron la imposición de un toque de queda a principios de noviembre- limitaron el consumo privado. Además, el turismo se vio afectado, tras un tercer trimestre relativamente libre de restricciones. Dicho esto, tanto la demanda interna como la externa contribuyeron positivamente al ligero crecimiento trimestral del PIB en el cuarto trimestre.
De cara al nuevo año, la imposición de un bloqueo el 15 de enero, que ya se ha prorrogado al menos hasta el 14 de febrero, augura problemas para la actividad en el primer trimestre. Sin embargo, de cara al conjunto de 2021, la economía debería beneficiarse de un repunte del consumo privado, las exportaciones y la inversión en capital fijo, a medida que se desplieguen las vacunas y se recuperen gradualmente los viajes, y de un mayor gasto público. Sobre las perspectivas para 2021, Maddalena Martini, economista de Oxford Economics, comentó: “[Prevemos] un repunte del crecimiento hasta el 4,4% este año, apoyado por la campaña de vacunación y la reapertura gradual de la economía. En cuanto al medio plazo, añadió: “Las medidas fiscales recientemente ampliadas por el Gobierno y el Programa de Estabilización Económica y Social incluyen gastos adicionales para el sistema nacional de salud, apoyo financiero para los empleados temporalmente despedidos, garantías de crédito respaldadas por el Estado para las PYME y un aplazamiento de los pagos a la seguridad social. Junto con el paquete de ayuda europea y los fondos procedentes de la UE de nueva generación, estas medidas ayudarán a cubrir las pérdidas económicas y apoyarán la recuperación de Portugal”.