Nigeria: La economía vuelve a crecer en el cuarto trimestre
La economía volvió a crecer, aunque marginalmente, en el último trimestre del año pasado, con un aumento interanual del PIB del 0,1%. El dato superó la contracción del 3,6% del tercer trimestre y las expectativas del mercado, que esperaban un descenso del 1,9%. El repunte de la economía se debió a la mejora del sector no petrolero, cuya actividad creció un 1,7% interanual en el cuarto trimestre (-2,5% interanual en el tercer trimestre). Por otra parte, el crecimiento del sector agrícola se aceleró en el trimestre (4T: +3,4% interanual; 3T: +1,4% interanual), mientras que la actividad del sector servicios repuntó (4T: +5,9% interanual; 3T: -1,0% interanual), a pesar de las restricciones impuestas por el coronavirus.
El sector petrolero, por su parte, se desplomó un 19,8% en términos anuales en el último trimestre de 2020 (3T: -13,9% interanual). El deterioro se debió a una nueva caída de la producción de crudo, que se redujo a 1,56 millones de barriles diarios (mbpd) desde los 1,67 mbpd del tercer trimestre, en el marco de los recortes de producción de la OPEP+. En el conjunto del año, la producción de la economía nigeriana cayó un 1,9% respecto al año anterior, lo que supone la primera recesión desde 2016 y la caída más pronunciada en al menos tres décadas. La crisis sanitaria mundial y las consiguientes medidas de contención dentro y fuera del país lastraron notablemente la actividad.
De cara a este año, se espera que el crecimiento económico se consolide, ya que se prevé que la mayor economía de África se recupere de la contracción provocada por el Covid-19. La relajación gradual de las medidas restrictivas, tanto en el interior como en el exterior, debería reforzar la demanda interna y externa. La relajación gradual de las medidas restrictivas, tanto en el interior como en el exterior, debería reforzar la demanda interna y externa, e impulsar el sector petrolero a medida que aumente la demanda de este producto gracias a un mayor uso de las carreteras y a la recuperación de los niveles comerciales. Dicho esto, la balanza de riesgos sigue inclinándose a la baja ante la persistente incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y la disponibilidad de vacunas, así como la fortaleza de la recuperación mundial y la trayectoria de los precios del petróleo. Las elevadas presiones sobre los precios, el alto desempleo, los problemas de seguridad y las tensiones sociales enturbian aún más las perspectivas. Jacques Nel, responsable de macroeconomía africana de Oxford Economics, añadió: “El aumento de los precios del petróleo proporcionará cierto apoyo a la maltrecha economía, pero no esperamos que los precios del petróleo alcancen los niveles de 2019 antes de 2024, lo que significa que la economía nigeriana tendrá que adaptarse a un entorno de precios más bajos.”