Malasia: La economía repunta con fuerza en el segundo trimestre
La economía repuntó con fuerza en el segundo trimestre, con una expansión interanual del PIB del 16,1%, frente a la contracción del 0,5% del primero. El dato superó las expectativas de los analistas del mercado, que esperaban un aumento menor. Sin embargo, la lectura se vio favorecida por un efecto de base favorable.
El repunte reflejó una mejora generalizada. El gasto de los hogares aumentó un 11,6% respecto al mismo periodo del año anterior, en contraste con el descenso del 1,5% del primer trimestre. La expansión del consumo privado se produjo a pesar de las restricciones de movimiento en el trimestre, en medio del resurgimiento de Covid-19. La inversión fija creció un 16,5% interanual en los tres meses finalizados en junio, frente a la caída del 3,3% del primer trimestre. Fue el primer trimestre de crecimiento tras nueve trimestres consecutivos de descenso del gasto de capital. El crecimiento del consumo público se aceleró, pasando de un aumento del 5,9% en el primer trimestre a una expansión del 9,0% en el segundo, impulsado por un mayor gasto en suministros y servicios relacionados con la sanidad.
Una dinámica más sana de la demanda exterior, en un contexto de suavización de las medidas de bloqueo mundial, apoya al sector exterior. Las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 37,4% anual, frente al 11,9% del primer trimestre. El crecimiento de las importaciones de bienes y servicios también se fortaleció, aumentando al 37,6% en el segundo trimestre desde el 13,0% del primero.
Menos positivo, el impulso subyacente perdió fuerza debido al resurgimiento del virus y a las nuevas restricciones. Sobre una base intertrimestral desestacionalizada, la economía se contrajo un 2,0% en el segundo trimestre, en contraste con la expansión del 2,7% registrada en el primer trimestre.
De cara al futuro, el crecimiento anual debería seguir siendo sólido en la segunda mitad del año gracias a la firmeza de la demanda interna, mientras que el sector exterior se beneficiará del fortalecimiento de la demanda exterior, estimulada por la demanda de productos electrónicos y eléctricos. Las exportaciones de petróleo también deberían impulsar el sector exterior. Sin embargo, el impulso subyacente seguirá siendo frágil debido a la persistencia del virus y a las restricciones que persisten como consecuencia de ello. Comentando las perspectivas, los economistas de ANZ añadieron: “El crecimiento del PIB global fue puramente un juego estadístico sobre los efectos de base. El impulso secuencial fue un foco de atención, que afirma que el PIB se contrajo en el segundo trimestre. Los frecuentes repuntes suponen una amenaza para la recuperación económica. No obstante, la atención se centra en sellar los progresos de la vacunación y la reapertura gradual. Es probable que el crecimiento haya tocado fondo en el 2T y que la economía cobre un modesto impulso secuencial a partir del 4T 21”.