Lituania: El PIB se debilita en el cuarto trimestre
El PIB descendió un 0,4% interanual en el cuarto trimestre, frente al 1,4% del tercero. A nivel nacional, el consumo afectó negativamente a los resultados del cuarto trimestre. El gasto privado cayó un 2,7%, empeorando la contracción del 1,7% del tercer trimestre. Los elevados precios de la energía lastraron los presupuestos domésticos en el periodo de calefacción, mientras que el arraigado pesimismo de los consumidores habrá desalentado aún más el gasto. Por otra parte, el consumo público cayó un 0,2%, frente a la contracción del 0,1% del tercer trimestre. En el frente exterior, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios se ralentizó tangiblemente hasta el 1,3% (+17,7% en el tercer trimestre), ya que el debilitamiento de la demanda de la UE frenó el comercio. Del mismo modo, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios se redujo al 3,6% en el cuarto trimestre (+12,8% en el tercer trimestre), lo que indica un debilitamiento de la demanda interna.
Por otra parte, en términos intertrimestrales desestacionalizados, el crecimiento económico se contrajo un 0,5% en el cuarto trimestre, frente a la expansión del 0,7% del tercer trimestre.
De cara al futuro, la economía debería seguir enfrentándose a fuertes vientos en contra: El endurecimiento de las condiciones monetarias obstaculizará el crecimiento de la actividad del sector privado, mientras que la caída del poder adquisitivo mermará el gasto de los hogares. Además, la ralentización en toda la UE y las sanciones comerciales a Rusia y Bielorrusia lastrarán las exportaciones. Sin embargo, las tendencias migratorias positivas y el auge del mercado laboral respaldarán la actividad. Los analistas del EIU añaden: “La economía lituana entrará en recesión anual en 2023, con una previsión de crecimiento del PIB real para todo el año de un insignificante 0,2%. Las drásticas subidas de los tipos de interés de los préstamos ya han contraído la circulación monetaria en Lituania y, dado que los hogares seguirán experimentando una caída del crecimiento de los salarios reales en 2023, se prevé que continúen reteniendo el gasto para evitar una caída de los ahorros personales. Las perspectivas son similares para el gasto en inversión, con las empresas tratando de limitar las pérdidas en lugar de embarcarse en una oleada de gastos de capital.”