Japón: La economía se contrae en el tercer trimestre más de lo previsto
Según una estimación global, el PIB se contrajo un 3,6% en términos anualizados desestacionalizados (SAAR) en el tercer trimestre, por debajo de la contracción del 3,0% de la estimación preliminar y en contraste con el aumento del 2,0% registrado en el segundo trimestre. En términos anuales, el PIB creció un 1,2% en el tercer trimestre, ligeramente por debajo del aumento del 1,4% de la estimación preliminar y notablemente por debajo del aumento del 7,3% del segundo trimestre. A nivel nacional, la caída del tercer trimestre en términos SAAR fue generalizada y reveló el impacto que las prolongadas medidas del estado de emergencia tuvieron en la economía durante el periodo. El gasto de los hogares cayó un 5,1% SAAR en el 3T, frente al aumento del 2,4% registrado en el 2T, ya que la vigilancia pública en relación con los niveles récord de casos de Covid-19 durante agosto y septiembre pesó sobre el gasto. Además, la inversión fija se contrajo un 8,2% en el 3T (2T: +3,4% SAAR), marcando el peor resultado desde el 2T de 2020. Por el contrario, el crecimiento del gasto público mejoró notablemente hasta el 4,1% en el 3T (2T: +2,9% SAAR). En el exterior, las exportaciones de bienes y servicios se contrajeron un 3,5% en el 3T (2T: +10,4% SAAR), marcando el peor resultado desde el 2T 2020. Del mismo modo, las importaciones de bienes y servicios disminuyeron un 4,1% en el 3T (2T: +16,5% SAAR), marcando la peor lectura desde el 3T 2020. Como resultado, el sector exterior contribuyó en 0,1 puntos porcentuales a la lectura global en el 3T, en contraste con la sustracción de 0,8 puntos porcentuales en el 2T.
De cara al futuro, se prevé que la economía vuelva a crecer en el cuarto trimestre, a medida que la actividad se recupere tras el fin de las medidas del estado de emergencia el 1 de octubre. Además, la victoria electoral del primer ministro Fumio Kishida garantizará la continuación de las políticas fiscales y monetarias expansivas a corto plazo, lo que debería impulsar el crecimiento de cara a 2022. En cuanto a las perspectivas, Takashi Miwa, economista jefe para Japón de Nomura, comentó: “Aunque la propagación mundial de la variante Omicron [del Covid-19] es una amenaza que habrá que vigilar de cerca, observamos que desde octubre, la disminución de la pandemia ha traído consigo una recuperación de las idas y venidas de personas y cierto alivio de las restricciones de suministro. Por lo tanto, esperamos que la reapertura económica progrese a partir de octubre-diciembre, con un probable repunte del crecimiento económico como consecuencia de ello.”