Irlanda: El ruido estadístico provoca la mayor caída registrada por el PIB en el cuarto trimestre
El PIB cayó un 5,4% en tasa intertrimestral desestacionalizada en el cuarto trimestre, lo que contrasta con la expansión del 1,2% registrada en el tercer trimestre y marca la peor lectura registrada. Dicho esto, es probable que la mala lectura se debiera al ruido estadístico. La demanda interna final modificada, un indicador que elimina las distorsiones derivadas de la actividad multinacional, aumentó un 1,3% en términos intertrimestrales ajustados estacionalmente. El menor crecimiento se debió en gran medida a una aceleración de las importaciones de bienes y servicios, que crecieron un 22,7% en el cuarto trimestre (3T: +4,3% intertrimestral) debido a las importantes importaciones de propiedad intelectual por parte de empresas multinacionales. Por su parte, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios se aceleró hasta el 1,3% en el cuarto trimestre (+0,6% intertrimestral en el tercer trimestre). Dicho esto, el crecimiento trimestral de la demanda interna final modificada marcó una ralentización con respecto al trimestre anterior (+2,3% intertrimestral en el tercer trimestre). Además, el consumo privado se contrajo un 0,3% en el cuarto trimestre, el peor resultado desde el primer trimestre de 2021 (tercer trimestre: +0,3% intertrimestral). Por tanto, parece que se produjo cierta ralentización de la actividad económica subyacente en medio de la perturbación causada por la variante Omicron Covid-19 y las restricciones relacionadas. El gasto público, por su parte, se recuperó, creciendo un 0,9% en el 4T (3T: -0,1% intertrimestral). Por su parte, la inversión fija repuntó enormemente, creciendo un 76,5% en el cuarto trimestre, en contraste con la contracción del 1,0% registrada en el trimestre anterior. En términos anuales, el crecimiento económico se ralentizó notablemente hasta el 9,6% en el cuarto trimestre, tras la expansión del 11,3% del periodo anterior. La lectura del cuarto trimestre marcó la expansión más lenta desde el cuarto trimestre de 2020.
De cara al primer trimestre de 2022, es probable que la actividad económica subyacente mejore. La reciente caída de los casos de Covid-19 permitió al Gobierno anunciar el fin de la mayoría de las restricciones en enero. Esto debería significar un aumento de la actividad de consumo privado. Dicho esto, es probable que la inflación al alza limite en cierta medida la capacidad de gasto de los consumidores, frenando el impulso económico subyacente.