Guatemala: El crecimiento económico se enfría en el tercer trimestre
El crecimiento económico se redujo al 8,6% en el tercer trimestre, frente al 15,2% del segundo. La desaceleración se debió en parte al enfriamiento de la demanda interna. El crecimiento del gasto de los hogares se redujo al 9,1% interanual en el tercer trimestre, frente al 15,3% del segundo, mientras que el consumo público aumentó un 5,0% tras dispararse un 14,5% en el segundo trimestre. La inversión fija siguió creciendo a un fuerte ritmo del 17,8% en el trimestre, a pesar de la moderación respecto a la expansión estelar del 27,6% del periodo anterior. Los resultados del sector exterior también se debilitaron. Las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 8,5% interanual en el periodo, por debajo del 23,7% del segundo trimestre. Así pues, el crecimiento de las exportaciones se redujo a un ritmo más rápido que el de las importaciones, que se enfriaron al 27,4% desde el 41,5% del segundo trimestre.
Se espera que el crecimiento económico se ralentice este año en comparación con el anterior, en parte debido a un efecto base menos favorable. Dicho esto, la desaparición de las medidas restrictivas nacionales y extranjeras es un buen augurio para la demanda interna y externa, aunque la tasa de vacunación relativamente baja del país y la aparición de nuevas cepas Covid-19 siguen suponiendo un riesgo a la baja para la economía nacional. Los analistas del EIU añaden: «La recuperación de Guatemala en 2022 se verá impulsada por la entrada récord de remesas de trabajadores. Esto refleja principalmente el rápido crecimiento en los EE.UU., y en particular el impacto de las medidas de estímulo del gobierno de EE.UU. sobre las remesas. Aunque esperamos que la recuperación en curso en EE.UU. siga impulsando los resultados, aún existen riesgos para la recuperación a medio plazo de Guatemala, ya que sigue sin estar claro si la economía nacional sería capaz de mantener por sí misma un rápido crecimiento si la economía estadounidense se debilitara, sobre todo teniendo en cuenta que en Guatemala se están retirando los estímulos. […] Un deterioro prolongado y significativo de la situación de la salud pública podría debilitar la confianza de los consumidores y las empresas, aunque no tan gravemente como en 2020, ya que la economía parece haberse adaptado a la probabilidad de nuevas oleadas de Covid-19».