Francia: El crecimiento económico se modera en el cuarto trimestre; el PIB supera el nivel anterior a la pandemia
El crecimiento del PIB perdió impulso, cayendo al 0,7% en tasa intertrimestral desestacionalizada en el cuarto trimestre, frente al 3,1% del tercer trimestre. En términos anuales, el crecimiento económico se aceleró hasta el 5,4% en el cuarto trimestre, tras el aumento del 3,5% del tercer trimestre. Así, para el conjunto del año, la economía se expandió un 7,0% en 2021, recuperándose de la contracción del 8,0% registrada en 2020 y volviendo a su tamaño anterior a la pandemia.
A nivel nacional, el crecimiento del consumo privado cayó al 0,5% en el cuarto trimestre, marcando la expansión más débil desde el primer trimestre de 2021 (tercer trimestre: +5,5% intertrimestral). El crecimiento del consumo público se moderó al 0,3% en el cuarto trimestre (3T: +2,6% intertrimestral). Por su parte, el crecimiento de la inversión fija se aceleró hasta el 0,6% en el cuarto trimestre, tras haberse estancado en el trimestre anterior.
En el exterior, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios mejoró hasta el 3,1% en términos intertrimestrales desestacionalizados en el último trimestre, lo que supuso la mejor lectura desde el cuarto trimestre de 2020 (tercer trimestre: +1,7% intertrimestral anual). Además, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios repuntó hasta el 3,9% en el cuarto trimestre (3T: +1,0% intertrimestral), marcando el mejor resultado en un año. Por consiguiente, el sector exterior restó 0,3 puntos porcentuales a la lectura global del cuarto trimestre, frente a la contribución de 0,2 puntos porcentuales del trimestre anterior.
De cara al trimestre en curso, los indicadores de alta frecuencia dibujan un panorama favorable para la economía. Además, la relajación de las restricciones en febrero debería impulsar aún más el gasto de los hogares. No obstante, la invasión rusa de Ucrania y las sanciones internacionales impuestas como respuesta tendrán probablemente repercusiones negativas a nivel nacional. En cuanto al impacto de este conflicto en desarrollo, Charlotte de Montpellier, economista de ING, señaló: «La situación actual en Ucrania nos obligará probablemente a revisar nuestras previsiones. Como consecuencia del conflicto, los precios de la energía podrían seguir subiendo durante más tiempo, lo que elevaría aún más nuestra previsión de inflación. Por otra parte, nuestras previsiones de crecimiento se revisarán a la baja, especialmente para el segundo y tercer trimestres. El shock de los precios de la energía pesará sobre las empresas y los hogares, afectando negativamente al crecimiento. También es probable que se deteriore la confianza, lo que limitará aún más el crecimiento de la actividad económica. Dicho esto, en este momento, seguimos esperando un escenario de crecimiento y no prevemos una recesión.»