Brasil: El crecimiento se ralentiza en el cuarto trimestre, pero supera las expectativas del mercado
La economía perdió algo de impulso en el último trimestre de 2020, con una desaceleración del crecimiento del PIB hasta el 3,2% en términos intertrimestrales desestacionalizados, desde el 7,7% del tercer trimestre. Dicho esto, el resultado superó las expectativas de los analistas del mercado, que esperaban un aumento del 2,8%. En términos anuales, el PIB se contrajo un 1,1% en el cuarto trimestre, lo que supone un descenso más suave que la caída del 3,9% del periodo anterior. Tomando el año en su conjunto, la actividad económica cayó un 4,1% en 2020, lo que contrasta con la expansión del 1,4% de 2019 y marca la mayor contracción desde que comenzó la serie actual en 1996. La expansión trimestral más suave del 4T se debió en gran medida a un aumento más moderado tanto del gasto de los hogares como del gasto público. El crecimiento del consumo privado se desaceleró hasta el 3,4% en términos intertrimestrales desestacionalizados en el cuarto trimestre, frente al 7,7% del tercer trimestre. Por otra parte, el crecimiento del gasto público se redujo al 1,1% en el cuarto trimestre (3T: +3,5% intertrimestral). Por su parte, la inversión en capital fijo creció un 20,0% en el cuarto trimestre, acelerando el aumento del 10,7% registrado en el trimestre anterior. En cuanto al sector exterior, las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 1,4% trimestral desestacionalizado en el último trimestre, suavizando la contracción del 2,0% del tercer trimestre, probablemente debido a una recuperación de la demanda mundial. Por otra parte, las importaciones de bienes y servicios repuntaron, creciendo un 22,0% en el cuarto trimestre (-9,6% intertrimestral en el tercer trimestre).
Al comentar las perspectivas de la economía brasileña, Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, señaló: “En general, esperamos que la recuperación continúe en 2021, apoyada por la flexibilización gradual y selectiva de los protocolos de distanciamiento social y los bloqueos obligatorios, las condiciones financieras internas y externas más favorables, el estímulo fiscal adicional y el estímulo monetario rezagado, los flujos de crédito favorables, la recuperación de los precios de las materias primas y la firmeza del crecimiento mundial. Sin embargo, el reciente deterioro del cuadro vírico de Covid-19, el aumento de la inflación (en particular de los alimentos), la debilidad del mercado laboral, la moderación del crecimiento de la renta disponible con la reducción de las transferencias fiscales de emergencia a los hogares, y el debilitamiento de los indicadores de confianza deberían debilitar el ritmo de la recuperación en los próximos meses hasta que un programa de vacunación masiva libere parte de la demanda reprimida en el 2S2021, en particular en los servicios intensivos en contacto.”Por otra parte, Marcos Casarin, economista jefe para América Latina de Oxford Economics, reflexionó: “A pesar de un breve descenso en el primer trimestre, se espera que Brasil sea una de las primeras economías de América Latina en recuperar su nivel de PIB anterior a la pandemia, junto con Colombia, en el cuarto trimestre de 2021. Un despliegue de vacunas relativamente rápido y la probable extensión de una versión más pequeña del popular programa de reparto de dinero en efectivo “bono corona” a partir de 2020 ayudarán a la recuperación de Brasil.”