Bielorrusia: El rublo bielorruso se desploma en medio de la guerra en Ucrania; el Banco Central sube el tipo 275 puntos básicos, hasta el 12,00%.
El 28 de febrero, cuatro días después de que estallara la guerra en Ucrania, el Banco Nacional de la República de Bielorrusia celebró su primera reunión en siete meses. En la reunión, el Banco subió el tipo básico 275 puntos básicos, hasta el 12,00%, con el fin de contener el impacto externo de las sanciones a Rusia y estabilizar la moneda. Antes de la escalada del conflicto, la inflación ya era elevada: En enero, la inflación alcanzó el 10,4%, tras el 10,0% de diciembre. Además, la inflación secuencial se intensificó a lo largo de enero en medio de un aumento generalizado de los precios.
Más allá de la inflación, que justifica una subida de tipos, el Banco esperaba que las sanciones impuestas a Rusia afectaran a la economía y a la moneda bielorrusas, dados los fuertes vínculos económicos y monetarios entre ambos países. A pesar de la subida, el rublo bielorruso se desplomó en las últimas semanas, alcanzando los 3,10 por euro el 4 de marzo, lo que supuso una depreciación del 16,5% respecto al mes anterior.
Las causas de la caída libre del rublo bielorruso fueron múltiples. En primer lugar, el desplome del rublo ruso, que cotizó a 112 por USD el 4 de marzo, lo que supuso una depreciación intermensual del 31,4%, se extendió a las monedas de sus socios. Mientras tanto, los problemas de la economía rusa tras una oleada de sanciones, que incluyeron la prohibición de los bancos rusos del sistema de pagos SWIFT y el anuncio de los principales transportistas, entre ellos Maersk, de que no harían escala en los puertos rusos, van a estrangular las exportaciones bielorrusas, que ahora dependen del apoyo ruso. Además, a principios de marzo, Occidente impuso nuevas sanciones a Bielorrusia, que afectan a sectores clave del país. La UE se centró en los sectores del tabaco, la madera, el acero y la potasa, prohibiendo las importaciones, el transporte o la compra de productos de esos sectores.
De cara al futuro, el abandono del estatus no nuclear de Bielorrusia a principios de marzo puede acarrear sanciones adicionales para el país. Mientras tanto, la posibilidad de que el país se una a la guerra es un riesgo a la baja para la actividad. El aumento de la inestabilidad y el ensombrecimiento de las perspectivas económicas pueden crear un entorno hostil para la inversión, que ya era escasa antes del conflicto. Sobre las perspectivas de las sanciones contra el país, Piotr Soroczynski, economista jefe de la Cámara de Comercio polaca, comentó: «Las nuevas sanciones reforzarán las anteriores. Tendrán un efecto muy fuerte. El papel de Bielorrusia en la guerra ruso-ucraniana es difícil de evaluar. Bielorrusia ha estado subordinada a Rusia y la está ayudando en este conflicto. Sin embargo, la resistencia de la población y del ejército es visible. Quizás las sanciones contra Bielorrusia deberían durar menos que las impuestas a Rusia».