Bielorrusia: El impulso económico mejora en el cuarto trimestre, pero sigue registrándose una leve contracción en el conjunto de 2020
Una estimación preliminar reveló que la economía se contrajo un 0,9% en el conjunto de 2020, mejorando el descenso del 1,2% observado en los tres primeros trimestres del año y sugiriendo que la economía recuperó el ritmo en el cuarto trimestre. Es probable que la mejora en el cuarto trimestre se debiera en parte a que el sector exterior disfrutó de la competitividad de precios propiciada por la depreciación de la moneda, lo que impulsó las exportaciones y limitó las importaciones. Bielorrusia superó notablemente a la mayoría de los países de la región el año pasado, en un contexto de medidas de distanciamiento social menos estrictas. En cuanto a los sectores individuales en 2020, el subsector clave del comercio minorista y mayorista cayó un 1,4% debido a la pandemia y a las protestas durante el tercer trimestre. Además, la actividad industrial se resintió a pesar de la resistencia del subsector manufacturero, mientras que la construcción cayó sólo un 0,1%. Otros sectores evitaron una contracción más acusada: La producción agrícola creció un 5,3%, mientras que el subsector de la información y la comunicación aumentó un 7,0%.
De cara al futuro, la economía debería volver a crecer este año gracias a una demanda exterior más fuerte. Sin embargo, se enfrenta a vientos en contra en forma de alta inflación, una moneda más débil, un panorama político incierto y una frágil posición de deuda externa. Sobre el desempeño de la economía el año pasado, Chris Portman, economista senior de Oxford Economics, dijo: «Aunque luchando por crecer, la resistencia de la economía a la recesión en 2020 mostró que está relativamente bien aislada contra la desaceleración, con las nuevas industrias utilizando una ventaja de costes en curso para cubrir gradualmente la brecha de exportación dejada por la retirada de los subsidios energéticos rusos, y atrayendo suficiente IED para financiar el déficit por cuenta corriente.»En cuanto a las perspectivas, comentó: «El crecimiento en 2021-23 también se verá frenado por la volátil situación política, con protestas semanales que continúan desde la reelección del Presidente Lukashenko el pasado agosto, a pesar de los esfuerzos postelectorales para aumentar los salarios y marginar a los líderes de la oposición. La mayor exposición a la deuda pone en mayor riesgo la financiación exterior si el déficit sigue debilitando el BYN, o si los tipos de interés empiezan a subir. Se espera que Rusia presione para conseguir una cooperación económica más estrecha y más oportunidades de comprar activos estratégicos a bajo precio, a cambio de líneas de crédito que el gobierno seguirá tomando como alternativa a la disciplina del FMI».