Angola: La economía repunta en el segundo trimestre gracias a la recuperación de la actividad no petrolera
La economía volvió a crecer en el segundo trimestre por primera vez desde el segundo trimestre de 2019, con una expansión del PIB del 1,2% interanual y un giro desde la contracción del 3,4% del primer trimestre. Sin embargo, el impulso económico subyacente se debilitó, ya que la actividad se contrajo un 2,4% intertrimestral en el 2T (1T: +0,2% intertrimestral). La mejora anual se produjo gracias al crecimiento estelar de los sectores pesquero y de transporte y almacenamiento. La producción de los sectores financiero e inmobiliario también se aceleró. La actividad del sector de la construcción, por su parte, se contrajo al ritmo más suave desde el cuarto trimestre de 2019. En total, el sector no petrolero creció un 7,6% interanual en el segundo trimestre, por encima de la expansión del 1,6% del primer trimestre. Menos positivo, el sector petrolero clave, que representa aproximadamente un tercio del PIB, se mantuvo de capa caída, ya que se contrajo un 12,3% respecto al mismo período del año anterior (1T: -18,6% interanual). Aunque se trata de la caída más leve desde el tercer trimestre de 2020, constituye el vigésimo primer trimestre consecutivo de descenso de la producción.
Se prevé que la economía se recupere ligeramente este año de la recesión provocada por la pandemia. El año que viene, se prevé que el PIB crezca a un ritmo más fuerte, ya que la retirada de las medidas restrictivas debería consolidar la actividad nacional, y el consumo privado se beneficiaría de la liberación de la demanda reprimida. Además, la estabilización del impulso económico mundial debería beneficiar al sector exterior. Sin embargo, las perspectivas se ven empañadas por la elevada inflación y la depreciación de la moneda, así como por la inestabilidad regional. Los analistas del Banco de Fomento Angola añaden: “Para el conjunto de 2021, esperamos un aumento del PIB de entre el 1,0 y el 1,0%, apoyado por una recuperación completa de la economía no petrolera […]. En la dirección opuesta, la economía petrolera tendrá otro año de caída […]. Para 2022, nuestra expectativa es de un crecimiento ciertamente superior, ya que el retroceso del sector petrolero debería ser menor, y la economía no petrolera podría mantener un comportamiento similar, especialmente si se apoya en una fuerte inversión pública.”