Croacia: El crecimiento del PIB registra en el cuarto trimestre el mejor dato desde el tercer trimestre de 2022
El crecimiento del PIB se aceleró hasta el 4,3% interanual en el cuarto trimestre, desde el 2,8% del tercero. La lectura del cuarto trimestre marcó la mayor expansión desde el tercer trimestre de 2022. En términos intertrimestrales desestacionalizados, el crecimiento del PIB se aceleró hasta el 1,3% en el cuarto trimestre, frente al 0,5% del tercero. Considerando 2023 en su conjunto, el crecimiento económico se desaceleró hasta el 2,8% desde el 6,3% de 2022.
El consumo privado se aceleró hasta el 5,3% interanual en el cuarto trimestre, apoyado por el descenso de la inflación y marcando la mejor lectura desde el tercer trimestre de 2022 (tercer trimestre: +3,0% interanual). Menos positivo fue el crecimiento del consumo público, el más lento desde el segundo trimestre de 2023, con una expansión del 0,2% (tercer trimestre: +2,1% interanual). Por su parte, el crecimiento de la inversión fija se redujo al 6,0% en el cuarto trimestre, frente al 6,1% del trimestre anterior. En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 4,4% anual en el cuarto trimestre, lo que supuso una mejora respecto a la contracción del 8,5% del tercer trimestre. Por su parte, las importaciones de bienes y servicios se contrajeron a un ritmo más lento del 7,1% en el cuarto trimestre (-12,1% interanual en el tercer trimestre).
De cara a 2024, se prevé que la economía crezca a un ritmo similar al de 2023. El gasto privado seguirá siendo favorable gracias a una menor inflación. Además, un repunte de las exportaciones -impulsado por un sector turístico robusto- mejorará el crecimiento. Mientras tanto, las difíciles condiciones de financiación afectarán a la actividad inversora. El desembolso de fondos de la UE es un factor clave que hay que vigilar.
Alen Kovac, analista de Erste Bank, comentó las perspectivas: «La demanda interna, especialmente el consumo privado, debería seguir siendo la columna vertebral del crecimiento. Las perspectivas del consumo privado [han] cobrado mayor impulso a medida que la desaceleración de la inflación respalda el crecimiento de los salarios reales (actualmente en la región de los dos dígitos), junto con el aumento del empleo, las subidas salariales del sector público, la resistente confianza de los consumidores y la sólida dinámica del crédito al consumo.»