Nueva Zelanda: El levantamiento de las restricciones, en medio de un enorme estímulo fiscal y monetario, provoca un enorme repunte en el 3er trimestre
El PIB se disparó un 14,0% en términos intertrimestrales desestacionalizados en el tercer trimestre, beneficiándose de la relajación de los cierres y de las políticas fiscales y monetarias expansivas. El resultado superó las expectativas del mercado de un aumento del 13,5% y contrastó con la caída del 11,0% del 2T. En términos anuales, la economía creció un 0,4% en el tercer trimestre, frente a la caída del 11,3% del segundo. El repunte trimestral se debió en gran medida a la enorme recuperación de la demanda interna. El consumo privado aumentó un 14,8% (-12,1% intertrimestral en el segundo trimestre) en un contexto de recuperación de la confianza de los consumidores. Además, la inversión fija se disparó (3T: +27,1% intertrimestral; 2T: -20,1% intertrimestral) gracias al aumento de la inversión en edificios residenciales, a la reapertura de empresas y al fortalecimiento de las condiciones empresariales. Sin embargo, el crecimiento del gasto público perdió ritmo (3T: +0,3% intertrimestral; 2T: +1,4% intertrimestral).
El sector exterior, por su parte, lastró la economía, ya que las importaciones repuntaron a un ritmo mayor que las exportaciones. Las exportaciones crecieron un 4,9% en el tercer trimestre (-15,5% intertrimestral en el segundo), lastradas aún por las continuas prohibiciones de viajes internacionales, mientras que las importaciones aumentaron un 10,6% en el trimestre, tras desplomarse un 24,6% en el segundo, debido principalmente a la mayor demanda de bienes intermedios.
De cara al futuro, la economía está preparada para repuntar el año que viene, tras la caída inducida por el Covid-19 de este año, apoyada por el estímulo fiscal y monetario y la reapertura de la economía mundial. Dicho esto, la incertidumbre sobre la evolución y duración de la pandemia y la distribución de las vacunas enturbia las perspectivas.