México: La segunda estimación confirma una contracción económica más suave en el 3er trimestre
Según una segunda estimación publicada por el INEGI el 26 de noviembre, el PIB se contrajo un 8,6% anual en el 3er trimestre (-18,7% interanual en el 2º trimestre), coincidiendo con la estimación preliminar. Por otra parte, en términos intertrimestrales desestacionalizados, la actividad económica aumentó un 12,1% (-17,1% intertrimestral en el segundo trimestre), cifra ligeramente superior a la estimación preliminar del 12,0% y que constituye el mayor repunte registrado hasta la fecha.
La suave desaceleración refleja una mejora generalizada en los principales sectores de la economía, al reanudarse gradualmente la actividad tras la relajación de las restricciones de Covid-19. La producción del sector industrial cayó un 8,8% interanual mucho más moderado en el tercer trimestre (-25,5% interanual en el segundo), principalmente porque las industrias manufactureras, en particular las vinculadas al segmento del automóvil, se beneficiaron del fortalecimiento de la demanda exterior. Del mismo modo, el sector servicios -motor de crecimiento de la economía- retrocedió un 8,8% en términos interanuales (2T: -16,3% interanual), con una contracción menos acusada de la actividad en los sectores del comercio y el transporte en comparación con el 2T. Por último, las actividades primarias crecieron un 7,7% interanual, superando con fuerza la caída del 1,5% registrada en el segundo trimestre y registrando el mayor aumento en casi ocho años.
A pesar de la evolución positiva de la recuperación, han aparecido indicios de que se está ralentizando a medida que se acerca el final del año. El indicador mensual de actividad económica de septiembre mostró una ralentización del impulso, mientras que la producción industrial prácticamente se estancó con respecto al mes anterior. Sin embargo, se considera que la economía volverá a crecer el año que viene, a medida que se reactive la demanda. No obstante, persisten importantes riesgos a la baja, como la falta de confianza de los hogares y las empresas, el debilitamiento de la recuperación en Estados Unidos y el curso imprevisible de la pandemia.