México: La economía se ralentiza bruscamente en el cuarto trimestre
El PIB creció un 0,1% intertrimestral desestacionalizado en el cuarto trimestre, según una estimación preliminar (tercer trimestre: +1,1% intertrimestral anual), por debajo de las expectativas del mercado del 0,4%, lo que supone el resultado más débil desde el tercer trimestre de 2021. En términos anuales, el crecimiento económico se redujo al 2,4%, frente al 3,3% del periodo anterior. A pesar de los decepcionantes datos del cuarto trimestre, la economía aún registró un crecimiento anual del 3,2% en el conjunto de 2023, que debería haber estado muy por encima de la media latinoamericana.
El PIB del primer trimestre reflejó una fuerte caída de la actividad del sector primario, una actividad industrial estable y un ligero repunte de los servicios. En febrero se publicarán datos más detallados de los distintos subsectores.
De cara al primer trimestre de 2024, el crecimiento de la actividad económica debería recuperarse de la sorprendente debilidad registrada en el cuarto trimestre de 2023. En el conjunto de 2024, México debería seguir superando a la media latinoamericana, aunque en menor medida que en 2023.
En cuanto a las perspectivas, los analistas de Itaú Unibanco afirmaron: “Esperamos que la actividad siga creciendo por encima de la tendencia del 2,8% [en 2024], respaldada por una política fiscal expansiva. Alberto Ramos, de Goldman Sachs, señaló: “De cara al futuro, es probable que la actividad real se enfrente a vientos en contra derivados de los elevados tipos de interés, una brecha laboral y de producción positiva (escasa holgura en la economía), la incertidumbre política y regulatoria en sectores clave (por ejemplo, petróleo y gas, electricidad, minería) y la moderación de la demanda externa. En el lado positivo, es probable que el gasto de los hogares siga beneficiándose de la firmeza de los flujos de crédito, la solidez del mercado laboral (incluida una sólida creación de empleo formal y generosos aumentos del salario mínimo), la moderación de la inflación y un presupuesto expansivo. Además, es probable que la inversión privada se beneficie de una dinámica de deslocalización casi amistosa”.