España: El crecimiento del PIB alcanza su nivel más alto en casi dos años
El crecimiento del PIB sorprendió a los mercados al alza, con un repunte del 0,6% intertrimestral desestacionalizado en el cuarto trimestre, frente al 0,4% revisado al alza del tercer trimestre. La lectura del cuarto trimestre marcó el crecimiento más rápido desde el segundo trimestre de 2022. En términos interanuales desestacionalizados, el crecimiento económico subió al 2,0% en el cuarto trimestre, frente al 1,9% del periodo anterior.
En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 2,9% trimestral desestacionalizado en el cuarto trimestre, lo que contrasta con la contracción del 3,7% del tercer trimestre. Sin embargo, las importaciones de bienes y servicios también se recuperaron, con un crecimiento del 2,7% en el cuarto trimestre (-2,9% intertrimestral en el tercer trimestre), reduciendo el impacto positivo del comercio neto. A nivel nacional, el crecimiento del gasto de los hogares cayó al 0,3% en el cuarto trimestre, marcando la expansión más débil desde el cuarto trimestre de 2022 (tercer trimestre: +1,2% intertrimestral), debido a la ralentización del crecimiento salarial en un contexto de escasa dinámica de la productividad. El crecimiento del consumo público se mantuvo sin cambios con respecto al tercer trimestre, situándose en el 1,4% en el cuarto trimestre. Mientras tanto, la inversión en capital fijo se contrajo un 2,0% en el cuarto trimestre, lo que supone el peor resultado desde el cuarto trimestre de 2022 (tercer trimestre: -0,7% intertrimestral); la inversión en maquinaria y equipo se desplomó, probablemente debido a las difíciles condiciones de financiación y a unas políticas gubernamentales poco favorables a las empresas.
El ritmo de expansión económica se desacelerará en 2024, ya que la demanda interna se ve lastrada por los efectos retardados del endurecimiento monetario, la disminución del ahorro y una política fiscal menos expansiva. Unos costes del servicio de la deuda superiores a los previstos constituyen un riesgo a la baja, mientras que la persistente incertidumbre política es un factor a vigilar.
En cuanto a los riesgos para las perspectivas, Wouter Thierie, de ING, declaró: “Hay algunas vacilaciones. El mayor impulso económico está alimentando la inflación. Los datos del INE publicados a principios de este mes mostraban que un número significativamente mayor de empresas españolas tiene previsto seguir subiendo los precios en los próximos meses. El aumento de los precios de los contenedores y los problemas en la cadena de suministro debidos a las tensiones en Oriente Medio también pueden presionar al alza la inflación en los próximos meses.”