Letonia: El PIB registra en el tercer trimestre su mayor contracción desde el primer trimestre de 2021
El PIB se contrajo un 0,6% interanual en el tercer trimestre, en contraste con la expansión del 2,9% registrada en el segundo trimestre. La lectura del tercer trimestre marcó el peor resultado desde el primer trimestre de 2021 y se debió a una desaceleración generalizada de la actividad interna y a una elevada base de comparación. A nivel interno, el crecimiento del gasto privado cayó al 5,5% en el tercer trimestre, marcando la expansión más débil en un año (segundo trimestre: +7,2% interanual). Durante el trimestre, los hogares gastaron menos en transporte y energía en un contexto de costes elevados. Además, el crecimiento del gasto público disminuyó al 1,6% en el tercer trimestre (2T: +2,7% interanual). El crecimiento de la inversión fija cayó al 0,4% en el trimestre, debido a un descenso de la inversión en viviendas. Se trata del resultado más bajo desde el cuarto trimestre de 2021 (2T: +0,9% interanual).
En el frente exterior, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios aumentó hasta el 12,3% interanual en el tercer trimestre, con un crecimiento más rápido de las exportaciones de servicios como punta de lanza de la aceleración. Por el contrario, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios se moderó hasta el 8,8% en el tercer trimestre (2T: +10,8% interanual), lo que supone el peor resultado desde el primer trimestre de 2021.
Mientras tanto, el impulso subyacente se debilitó hasta septiembre: Sobre una base intertrimestral ajustada estacional y de calendario, la actividad económica disminuyó un 1,7% en el 3T, en comparación con la lectura plana del período anterior. La lectura del tercer trimestre marcó el mayor descenso desde el segundo trimestre de 2020.
De cara al futuro, el país se enfrentará a una crisis energética invernal que afectará tanto a la producción industrial como al gasto de los consumidores. Con la tercera tasa de inflación más alta de la zona euro hasta noviembre y unos costes de financiación más elevados, la presión de los precios seguirá pesando sobre el consumo privado. Mientras tanto, la prolongación de la guerra entre Rusia y Ucrania se cierne sobre las perspectivas de crecimiento debido a la pérdida de intercambios comerciales con Rusia y Bielorrusia.