Japón: La economía repunta en el segundo trimestre
Según una lectura preliminar, el PIB aumentó un 1,3% en términos anualizados desestacionalizados (SAAR) en el segundo trimestre, en contraste con la contracción del 3,7% registrada en el primer trimestre. Aunque el resultado del segundo trimestre superó las expectativas de los analistas del mercado, fue muy inferior al de otros países avanzados -las economías de Estados Unidos y el Reino Unido crecieron un 6,5% y un 20,7% respectivamente en términos SAAR en el mismo periodo-, y el estado de emergencia que se prolongó desde finales de abril hasta mediados de julio en Japón ha lastrado un tanto la actividad. En términos anuales, el PIB creció un 7,5% en el segundo trimestre, frente a una contracción del 1,3% en el periodo anterior. A escala nacional, el repunte del segundo trimestre en términos SAAR fue generalizado, con una mejora del consumo privado, el gasto público y la inversión fija. El gasto de los hogares se recuperó y creció un 3,4% en el segundo trimestre, lo que contrasta con la contracción del 4,0% del primer trimestre y podría indicar la creciente reticencia de los consumidores a adherirse a medidas voluntarias de permanencia en el hogar. Por otra parte, el consumo público creció un 2,0% en el segundo trimestre (T1: -6,7% SAAR), mientras que la inversión fija repuntó, aumentando un 4,3% y contrastando con la contracción del 3,5% registrada en el trimestre anterior. En el frente exterior, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios repuntó hasta el 12,3% en el segundo trimestre (T1: +9,8% SAAR). Por otra parte, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios se aceleró, aumentando hasta el 21,9% en el segundo trimestre (T1: +16,8% SAAR), lo que supuso la tasa más alta en más de siete años. Así pues, el sector exterior restó 1,3 puntos porcentuales al crecimiento global en el segundo trimestre, lo que supone un deterioro con respecto a la resta de 0,9 puntos porcentuales del primer trimestre.
De cara al futuro, nuestro panel considera que el crecimiento económico se acelerará en términos SAAR en la segunda mitad del año, a medida que un nuevo aumento del gasto de capital y de consumo se vea reforzado por el continuo gasto público. Sin embargo, el anuncio a mediados de julio de un cuarto estado de emergencia -que expirará el 31 de agosto- probablemente limite un poco el impulso. Naohiko Baba, economista jefe para Japón de Goldman Sachs, ve un fortalecimiento del crecimiento hacia finales de año, y comenta: «La incertidumbre es alta en medio del reciente resurgimiento de casos de Covid-19 en Japón. Sin embargo, parece que la eficacia de las vacunaciones se está manifestando gradualmente, con un número de casos graves y muertes limitado en relación con el aumento de nuevas infecciones. A medida que el efecto de las vacunaciones se haga aún más patente, prevemos que la demanda reprimida aflore sobre todo en el cuarto trimestre. Sin embargo, Takashi Miwa, economista jefe para Japón de Nomura, se muestra menos optimista: «Aunque el crecimiento real superó la previsión de consenso del mercado en abril-junio, sería prematuro concluir que toda la economía ha empezado a acelerarse. La quinta oleada de infecciones por el virus Covid-19 a partir de julio y la cuarta declaración del estado de emergencia parecen haber tenido menos impacto en el número de personas que salen a la calle que en oleadas anteriores, pero creemos que la cautela ante las graves tensiones del sistema sanitario podría provocar un deterioro de la confianza de los hogares y, por ende, un menor gasto de los consumidores. Los brotes epidémicos en el extranjero también están limitando la actividad productiva de las empresas japonesas, además de los prolongados problemas de suministro causados por la escasez de semiconductores. De cara al tercer trimestre (julio-septiembre), prevemos que el impulso económico mostrado en el crecimiento real del PIB apunte a un estancamiento continuado.»