Italia: El Gobierno aprueba un presupuesto para 2023 con menor déficit fiscal
El presupuesto para 2023 rebajará la presión fiscal sobre el trabajo, las pequeñas empresas y los autónomos, al tiempo que reducirá el déficit presupuestario.
El presupuesto supone una continuación de la prudente política fiscal del Gobierno anterior. Sin embargo, si la crisis energética se prolonga más de lo previsto, habrá que encontrar recursos fiscales adicionales, lo que haría que el Gobierno incumpliera su objetivo de déficit. Principales conclusiones: El 21 de noviembre, el Gobierno presentó el presupuesto para 2023, que la Comisión Europea aprobó el 14 de diciembre. El presupuesto contiene un estímulo fiscal neto de unos 20.000 millones de euros en 2023 para proteger a los hogares y las empresas de los efectos de la crisis del coste de la vida y la crisis energética. Incluye una rebaja fiscal de 4.200 millones de euros sobre el trabajo para los trabajadores con rentas bajas y una prórroga del tipo impositivo único opcional sobre los ingresos de hasta 85.000 euros para las pequeñas empresas y los autónomos. Además, se reduce el tipo impositivo sobre las primas de productividad. Para recuperar ingresos, el presupuesto aumenta el tipo impositivo sobre los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas al 50% desde el 25% actual. El resultado de las diversas medidas presupuestarias es que el déficit fiscal se reducirá del 5,6% previsto para 2022 al 4,5% el año próximo. Principales hipótesis presupuestarias: El Gobierno prevé un crecimiento del PIB del 0,6% en 2023, por encima del consenso del 0,0% de los analistas de FocusEconomics. Esta hipótesis de crecimiento ligeramente optimista, las elevadas presiones sobre el gasto social debidas a la alta inflación y un posible déficit fiscal si aumentan los pagos en efectivo podrían amenazar el objetivo de déficit del Gobierno. Por otra parte, la subida de los tipos de interés y de los precios de la energía, así como un enfriamiento de la economía de la UE más brusco de lo previsto, plantean nuevos riesgos para la sostenibilidad de las finanzas públicas. Sobre el presupuesto, los analistas de la EIU comentaron: “Las previsiones fiscales del Gobierno deben considerarse con cierta cautela. En cuanto a las medidas de protección contra la crisis del coste de la vida y la crisis energética, añadieron: “Los fondos previstos en el presupuesto de 2023 cubrirán el coste de las medidas de apoyo “temporales” durante sólo tres o cuatro meses. Si la crisis energética se prolonga más, el Gobierno se enfrentaría a decisiones difíciles: dejar expirar las medidas; redirigir fondos de otras áreas del presupuesto destinados a otras promesas electorales; buscar una mayor relajación de sus objetivos fiscales, arriesgándose potencialmente a una reacción negativa de los mercados financieros o de los socios de Italia en la UE; o aumentar aún más el impuesto sobre los beneficios adicionales de las empresas energéticas.”
Los panelistas de FocusEconomics esperan que el déficit fiscal sea del 4,7% en 2023 y del 4,1% en 2024.