Irlanda: El PIB rebota en el tercer trimestre y registra el mejor dato en casi cuatro años
La economía se recuperó con fuerza en el tercer trimestre, creciendo al ritmo más rápido desde el cuarto trimestre de 2016, ya que la relajación de las medidas de bloqueo por coronavirus respaldó la actividad. El PIB creció un 11,1% en términos intertrimestrales ajustados estacionalmente en el tercer trimestre, en contraste con la contracción del 3,2% registrada en el segundo trimestre. Además, la actividad económica repuntó en términos anuales, expandiéndose un 8,1% en el trimestre, en contraste con la disminución del 3,2% del 2T y marcando el mejor resultado desde el 2T de 2018. Dicho esto, la importante presencia de multinacionales que utilizan el país como base provoca una marcada volatilidad de un trimestre a otro, lo que dificulta calibrar la verdadera salud de la economía irlandesa. El fuerte repunte reflejó una notable mejora de la demanda interna (3T: +7,4% interanual intertrimestral; 2T: -42,6% interanual intertrimestral). El gasto de los hogares aumentó un 21,3% trimestral desestacionalizado en el 3T, frente a la contracción del 19,1% del 2T, al reanudar los consumidores sus compras en un contexto de reapertura de las empresas. Por otra parte, la inversión fija repuntó, creciendo un 4,4% en el 3T y contrastando con la contracción del 64,4% del trimestre anterior. Mientras tanto, el crecimiento del gasto público se moderó al 0,1% en el 3T (2T: +9,6% a/a trimestral). En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios repuntaron en el tercer trimestre, creciendo un 5,7% y marcando la mejor lectura desde el 2T 2018 (2T: -2,9% a/a trimestral), en medio de la recuperación de la demanda mundial. Además, las importaciones de bienes y servicios repuntaron, creciendo un 1,5% en el tercer trimestre (2T: -35,8% intertrimestral) y marcando la mejor lectura desde el cuarto trimestre de 2019. La demanda interna modificada -la métrica de la cuenta nacional desarrollada por la CSO que elimina los componentes más volátiles, como la investigación y el desarrollo, y las operaciones de arrendamiento de aeronaves- se expandió un 13,9% en el tercer trimestre, en contraste con la caída del 16,4% del trimestre anterior. El repunte indica, pues, un aumento de la actividad interna, coherente en este caso con el titular del PIB.
De cara al futuro, la economía debería recuperarse en 2021, tras el golpe asestado este año por la pandemia y las medidas de bloqueo asociadas. La reactivación de la demanda mundial debería impulsar el sector exterior, mientras que los estímulos fiscales y monetarios deberían respaldar la actividad interna. Sin embargo, los riesgos a la baja se derivan de una crisis sanitaria prolongada y de un posible Brexit sin acuerdo.