Filipinas: El Banco Central mantiene los tipos sin cambios en diciembre
En su reunión de política monetaria del 15 de diciembre, el Banco Central de Filipinas mantuvo el tipo de interés de la facilidad de recompra inversa a un día en su mínimo histórico del 2,00%, lo que supone el noveno mantenimiento consecutivo y coincide con las expectativas de los analistas del mercado. Asimismo, los tipos de la facilidad de depósito a un día y de la facilidad de préstamo a un día – que establecen el suelo y el techo de la banda de tipos de interés – se mantuvieron en el 1,50% y el 2,50%, respectivamente.
Las previsiones de inflación del Banco para 2021 y 2022 se elevaron ligeramente en comparación con su reunión anterior, pero la inflación para 2023 se considera próxima al centro de su banda objetivo del 2,0%-4,0%. Además, las expectativas de inflación del mercado siguen ancladas en el nivel objetivo. Entretanto, el Banco señaló que las nuevas variantes de Covid-19 plantean riesgos a la baja para las perspectivas. La combinación de unas perspectivas económicas inciertas y unas previsiones de inflación manejables empujó al Banco a mantener su orientación monetaria acomodaticia.
El comunicado del Banco no contenía orientaciones de futuro explícitas, pero su tono parecía volverse ligeramente más agresivo, afirmando que tratará de “apoyar” la economía en lugar de “priorizarla”. Además, el Banco reiteró que los riesgos de inflación para 2022 se inclinaban principalmente al alza. Si estos riesgos se materializan, el Banco podría verse presionado a subir los tipos. De hecho, la mayoría de los panelistas ven ahora los tipos subiendo en 2022, aunque varios siguen viendo los tipos en suspenso. Los analistas de HSBC ven el reto que supone la inflación empujando al Banco a subir los tipos el año que viene: “La inflación sigue siendo otro gran reto para la economía. El aumento de los precios de los alimentos y el combustible ha mantenido la inflación por encima del objetivo del Banco Central durante gran parte de 2021. [Por su parte, Debalika Sarkar y Jennifer Kusuma, de ANZ, prevén una postura más moderada y persistente, señalando la continua debilidad de la economía: “La economía filipina, aunque muestra signos de mejora, todavía está a varios pasos de una recuperación económica completa. En particular, los motores fundamentales del consumo privado siguen siendo débiles y la cobertura de vacunación del país es una de las más bajas de la región. Los planes de reapertura del gobierno también quedaron en suspenso con la aparición de la nueva cepa del virus a finales de noviembre. El apoyo político, que sigue siendo decisivo para la recuperación económica, seguirá siendo acomodaticio, en nuestra opinión.”