Estonia: La recesión económica persiste en el cuarto trimestre
El PIB disminuyó un 2,7% interanual en el cuarto trimestre, sin cambios respecto al desplome del tercer trimestre. Dicho esto, la lectura del cuarto trimestre marcó el mejor resultado conjunto desde el tercer trimestre de 2022. En términos intertrimestrales desestacionalizados, el PIB se contrajo un 0,7% en el cuarto trimestre, frente a la caída del 0,8% del periodo anterior. En consecuencia, la economía se contrajo un 3,0% en el conjunto de 2023, lo que supuso el mayor retroceso desde 2009.
En cuanto a los datos del cuarto trimestre, el consumo privado se recuperó y creció un 0,5% interanual. El resultado fue el mejor desde el 2T 2022 (3T: -2,2% interanual) y se produjo gracias a una menor inflación y una tasa de desempleo más baja. Además, el consumo público repuntó, creciendo un 2,0% en el 4T (3T: -1,1% interanual). Mientras tanto, la inversión fija empeoró, contrayéndose un 0,4% en el cuarto trimestre, en contraste con el aumento del 13,4% registrado en el trimestre anterior. En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios siguieron en contracción, con una caída interanual del 9,0% en el cuarto trimestre (-9,9% interanual en el tercer trimestre). Por su parte, las importaciones de bienes y servicios cayeron a un ritmo más pronunciado del 6,6% en el cuarto trimestre (-3,7% interanual en el tercer trimestre).
Se prevé que la economía repunte en 2024 gracias a la recuperación del gasto de los hogares y la inversión en capital fijo, junto con un mayor crecimiento del gasto público. No obstante, el sector exterior seguirá atravesando dificultades, y la prolongada desaceleración de las economías nórdicas pesará este año sobre el sector industrial y las exportaciones. Una relajación de la política monetaria más rápida de lo previsto por parte del Banco Central Europeo es un riesgo al alza, mientras que el retraso en la absorción de los fondos de la UE es un riesgo a la baja.