Eslovaquia: El PIB se acelera más de lo previsto en el cuarto trimestre
La segunda publicación de las cuentas nacionales reveló que la economía eslovaca creció a un ritmo superior al estimado inicialmente a finales de 2023, con un crecimiento anual del PIB del 1,3%. El resultado supuso una mejora tanto del aumento del 1,1% registrado en el tercer trimestre como de la estimación preliminar de una expansión del 1,2%. En términos intertrimestrales desestacionalizados, el crecimiento económico se aceleró hasta el 0,3% en el cuarto trimestre, frente al 0,2% del trimestre anterior. A pesar del repunte del cuarto trimestre, la economía perdió un impulso considerable en 2023, con una expansión del 1,1% (2022: 1,8%).
El repunte interanual del cuarto trimestre reflejó principalmente la aceleración del crecimiento de la inversión fija, que mejoró hasta un máximo plurianual del 15,9% en el cuarto trimestre, por encima de la expansión del 2,8% del trimestre anterior. Por el contrario, el consumo privado cayó un 2,3% en el cuarto trimestre, tras la contracción del 1,8% del tercer trimestre. El enfriamiento de las presiones sobre los precios y el elevado crecimiento de los salarios nominales durante varios años impidieron una contracción más pronunciada del gasto de los hogares. Por otra parte, el crecimiento del gasto público se ralentizó hasta el 2,0% en el cuarto trimestre (3T: +2,9% interanual). En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios entraron en contracción en el cuarto trimestre, cayendo un 0,9% interanual y contrastando con la expansión del 0,1% del tercer trimestre. Además, las importaciones de bienes y servicios se contrajeron a una tasa más acusada del 5,6% en el cuarto trimestre (-4,0% interanual en el tercer trimestre).
Nuestro Consenso es que la economía cobre mayor impulso en el primer trimestre de 2024 y que el crecimiento se acelere significativamente en el conjunto de 2024 con respecto a 2023. La disminución de las presiones sobre los precios, el continuo crecimiento de los salarios nominales y la relajación de la política monetaria deberían impulsar un repunte del gasto privado. Esto, unido a la recuperación de la demanda exterior y a un mayor crecimiento del gasto público, respaldará la economía este año.