Brasil: La economía vuelve a la contracción en el segundo trimestre
La economía volvió a caer en contracción en el segundo trimestre del año, con una contracción del 0,1% en tasa intertrimestral desestacionalizada, que contrasta con el aumento del 1,2% del primer trimestre. La lectura del segundo trimestre marcó la primera contracción desde el segundo trimestre de 2020 y se situó por debajo de las expectativas de expansión moderada de los analistas del mercado. En términos anuales, el crecimiento económico se aceleró hasta el 12,4% en el 2T (1T: +1,0% interanual), impulsado significativamente por una baja base de comparación debida a la fuerte contracción del 2T de 2020. La leve desaceleración del 2T en términos trimestrales fue impulsada predominantemente por una economía doméstica apagada. El gasto de los hogares se estancó en el segundo trimestre en un contexto de elevado desempleo y de intensificación de las presiones sobre los precios, lo que supuso el peor resultado desde el segundo trimestre de 2020 (1T: +0,1% intertrimestral), mientras que la inversión fija se contrajo un 3,6% en el segundo trimestre, lo que supuso el primer descenso en un año (1T: +4,8% intertrimestral). Por su parte, el gasto público repuntó ligeramente, creciendo un 0,7% en el segundo trimestre (T1: -0,8% intertrimestral). En el frente exterior, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios se aceleró hasta el 9,4% en el segundo trimestre (T1: +4,9% intertrimestral), marcando el mejor resultado en más de una década. Por el contrario, las importaciones de bienes y servicios disminuyeron un 0,6% en el segundo trimestre (T1: +10,0% intertrimestral).
Al comentar las perspectivas de la economía brasileña, Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, señaló: “Esperamos que la recuperación económica siga avanzando en los próximos trimestres gracias a los progresos en el frente de la vacunación contra el virus Covid, a la renovación del estímulo fiscal y a una relación de intercambio y un contexto exterior aún favorables en general. Sin embargo, esto debería verse mitigado por la subida de los tipos de interés, la elevada inflación, los altos niveles de endeudamiento de los hogares, los persistentes problemas de la cadena de suministro que afectan a varias industrias manufactureras, y el mayor ruido político y la incertidumbre política.”