Australia: El crecimiento se suaviza en el cuarto trimestre
La actividad económica aumentó un 0,5% en tasa intertrimestral desestacionalizada en el cuarto trimestre, tras la expansión del 0,7% del trimestre anterior. El consumo privado creció un 0,3% en el cuarto trimestre, tras el aumento del 1,0% del tercer trimestre, ya que los ingresos reales se vieron afectados por la elevada inflación y el endurecimiento de las condiciones de financiación. Por su parte, la inversión fija cayó un 1,4% en el cuarto trimestre, lo que supone un cambio de tendencia respecto a la expansión del 0,1% registrada en el trimestre anterior. La desaceleración de la inversión privada fue la principal causa de este descenso, mientras que la inversión pública se contrajo a un ritmo menor que en el tercer trimestre. Por su parte, el consumo público aumentó un 0,6% en el cuarto trimestre (+0,2% intertrimestral).
En el sector exterior, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 1,1% en el cuarto trimestre (3T: +2,5% intertrimestral), apoyadas por la recuperación del sector turístico, pero lastradas por las menores ventas al exterior de oro y bienes no rurales. Por su parte, las importaciones de bienes y servicios cayeron un 4,3% en el cuarto trimestre (+4,0% intertrimestral). En conjunto, el comercio neto contribuyó en 1,1 puntos porcentuales a la expansión intertrimestral. Entretanto, en términos anuales, el crecimiento del PIB se desaceleró hasta el 2,7% en el cuarto trimestre, frente al 5,9% del tercer trimestre. Lee Sue Ann, economista de UOB, comentó lo siguiente sobre las perspectivas: «El último dato del PIB coincide con nuestra opinión de que el crecimiento se está suavizando a medida que la elevada inflación y los tipos de interés pesan sobre los hogares, junto con la ralentización del crecimiento mundial. Vemos que el crecimiento del PIB de Australia se ralentizará este año hasta el 1,7% desde el 3,7% de 2022. Los factores clave a vigilar serán cómo se ven afectados los hogares por la subida de los tipos de interés, la rapidez con que la inflación es capaz de moderarse, y cómo el crecimiento salarial se vincula con la dinámica del mercado laboral.»
En el primer trimestre de este año, los datos disponibles ofrecen un panorama desigual. La confianza de las empresas mejoró en enero, mientras que la de los consumidores siguió siendo pesimista en enero-febrero. Para el conjunto del año, la economía debería ir a menos. La inflación sostenida, la subida de los tipos de interés y la disminución del ahorro deberían lastrar el consumo privado, que no obstante se beneficiará de la rigidez del mercado laboral. La buena salud de la demanda mundial de materias primas apoyará al sector exterior.