Zona euro: La inflación cae en marzo por el elevado efecto base
La inflación armonizada volvió a bajar en marzo, en línea con lo que esperaban los mercados, cayendo al 6,9% desde el 8,5% de febrero. Como resultado, la inflación se acercó a la tasa objetivo del Banco Central Europeo del 2,0%. La lectura se benefició de una elevada base de comparación; en marzo de 2022 los precios de la energía se dispararon debido a la invasión rusa de Ucrania. Así pues, la inflación se acercó al objetivo del Banco Central Europeo del 2,0%.
El resultado de marzo se debió a que los precios de la energía pasaron de un aumento interanual de casi el 14% en febrero a un ligero descenso interanual en marzo, así como a un aumento más suave de los precios de los bienes industriales no energéticos debido a la relajación de las restricciones de la cadena de suministro. No obstante, los precios de los servicios, los alimentos y el alcohol y el tabaco subieron a un ritmo más rápido. Por su parte, la tasa anual de inflación subyacente -que excluye los precios volátiles de la energía y los alimentos no elaborados- subió al 7,5% en marzo, frente al 7,4% de febrero, lo que supone la cifra más alta desde que se tienen registros. En términos mensuales, los precios de consumo armonizados subieron un 0,9% en marzo, lo que supone una aceleración respecto al aumento del 0,8% de febrero.
Al comentar las perspectivas, Bert Colijn, economista senior de ING, declaró: «Aunque en marzo se ha producido un gran descenso de la inflación, la inflación subyacente sigue siendo motivo de preocupación para el BCE. La posibilidad de que la inflación subyacente se mantenga más firme de lo esperado será la principal razón para que el BCE siga subiendo a corto plazo. Esperamos otra subida de 25 puntos básicos en mayo y otra en junio. Como las perspectivas de inflación empiezan a parecer más benignas, y las recientes turbulencias bancarias sirven para ilustrar que las subidas agresivas no son gratuitas, esperamos que se alcance un máximo a partir de entonces.»