República Checa: El crecimiento interanual del PIB se modera en el tercer trimestre, pero el impulso subyacente sigue siendo sólido
Un segundo comunicado reveló que la economía creció un 3,1% en términos interanuales desestacionalizados en el tercer trimestre (anteriormente: +2,8%), ralentizándose respecto a la expansión del 8,5% registrada en el segundo trimestre, en medio de un efecto de base menguante. La ralentización se vio impulsada por el debilitamiento del consumo privado, la inversión fija y las exportaciones. El gasto de los hogares aumentó un 6,4% en el tercer trimestre, por debajo de la expansión del 8,1% del segundo trimestre. Además, el crecimiento de la inversión fija se ralentizó hasta el 0,7% en el tercer trimestre, frente al 1,6% del trimestre anterior. Por su parte, el crecimiento del gasto público se aceleró hasta el 5,0% en el tercer trimestre (2T: +2,7% interanual).
En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 2,3% anual en el tercer trimestre, lo que contrasta con la expansión del 30,9% del segundo trimestre. Además, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios se ralentizó hasta el 8,3% en el tercer trimestre (+31,8% en el segundo). En términos intertrimestrales desestacionalizados, el crecimiento económico mejoró hasta el 1,5% en el tercer trimestre (+1,4% en el informe anterior), tras la expansión del 1,3% del trimestre anterior. La lectura del 3T marcó el mejor resultado desde el 3T de 2020.
En cuanto a las perspectivas a corto plazo, Jiri Polansky, economista de Erste Bank, señaló: “Es probable que el PIB caiga en el cuarto trimestre de 2021 en términos intertrimestrales, debido principalmente a los problemas del sector del automóvil, cuya producción se redujo significativamente en octubre. Sin embargo, la elevada inflación y la negativa situación de la pandemia también repercuten negativamente en la economía. La evolución del PIB debería mejorar durante el primer trimestre del próximo año. Sin embargo, dependerá de la evolución de la pandemia y, sobre todo, de la situación de las cadenas de suministro internacionales. En general, a pesar de la ralentización del consumo de los hogares y de las escasas exportaciones de automóviles en la actualidad, la demanda total de la producción checa sigue siendo relativamente alta.”