Perú: El Banco Central mantiene los tipos en su reunión de junio; adopta un tono ligeramente menos pesimista
En su reunión del 10 de junio, el Banco Central de Perú mantuvo su tipo de interés oficial en el 0,25%, tal y como esperaban los analistas del mercado. La decisión supuso el decimocuarto mantenimiento consecutivo desde que un recorte combinado de 200 puntos básicos en marzo-abril de 2020 situara el tipo de interés en su mínimo histórico actual. El mantenimiento reflejó un continuo enfoque de espera, respaldado por unas expectativas de inflación moderadas y un deseo de reforzar la actual recuperación de la actividad. El Banco considera que la inflación se mantendrá dentro del intervalo objetivo del 1,0%-3,0% a lo largo de 2021-2022, y sigue proyectando que se situará hacia el extremo inferior de dicho intervalo durante 2022. Entretanto, el Banco observó una mejora de los datos económicos entrantes en mayo tras la moderación de abril, con expectativas de una pronunciada recuperación económica mundial en los próximos meses.
De cara al futuro, el Banco modificó ligeramente sus previsiones este mes, eliminando la mención de que mantendrá los tipos durante «un periodo prolongado» y adoptando en su lugar un tono ligeramente menos pesimista al afirmar que «mantendrá una fuerte orientación monetaria expansiva mientras persistan los efectos negativos de la pandemia sobre la inflación y sus determinantes».
En cuanto a las perspectivas, Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, considera que los tipos se mantendrán bajos en un futuro previsible: «Dada la orientación continuada de estabilidad de los tipos de interés y las favorables perspectivas de inflación, esperamos que el Comité de Política Monetaria mantenga los tipos en el 0,25% hasta finales de 2021, y que empiece a normalizar la política monetaria sólo cuando el nivel de actividad esté en una senda de recuperación sostenible que se aproxime a los niveles anteriores a la pandemia». La incertidumbre política y de gestión del riesgo podría obligar al Banco Central a cambiar el plan de juego y anticipar el despegue (es decir, adelantar el inicio de la normalización de la política monetaria)» La próxima reunión de política monetaria está prevista para el 8 de julio.