México: La economía resiste en el primer trimestre
Según una segunda estimación, el PIB cayó a un ritmo más suave del 3,6% interanual en el primer trimestre (anteriormente: -3,8% interanual), por encima del descenso del 4,5% registrado en el cuarto trimestre del año pasado. La lectura del primer trimestre marcó la menor contracción desde el primer trimestre de 2020. El sector servicios se contrajo un 4,0% anual en el primer trimestre, moderando el descenso del 5,0% del cuarto trimestre y marcando la menor contracción desde el primer trimestre de 2020. El crecimiento del sector primario mejoró hasta el 2,8% en el primer trimestre, por encima del aumento del 1,3% registrado en el trimestre anterior. Mientras tanto, el sector secundario se contrajo a un ritmo más lento del 2,7% en el 1T (4T: -3,3% interanual), en gran parte gracias a un descenso más suave de la actividad de la construcción. Sobre una base intertrimestral ajustada estacionalmente, el crecimiento económico disminuyó notablemente al 0,8% en el 1T (estimación preliminar: +0,4% intertrimestral) desde el 3,2% del periodo anterior. No obstante, los datos muestran que la economía se mantuvo robusta en el primer trimestre, a pesar del endurecimiento de las restricciones Covid-19 a principios de año y de algunas perturbaciones en la actividad manufacturera. La actividad económica fue particularmente fuerte en marzo, registrando una expansión intermensual del 2,6%, en gran parte gracias al rápido crecimiento del sector servicios.
Es probable que el mayor impulso registrado a finales del primer trimestre se haya trasladado al segundo, favorecido por el descenso de los casos de Covid-19 en el país, el repunte de la actividad en EE.UU. y la mejora de la confianza.
Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, se mostró bastante positivo sobre las perspectivas: “Esperamos que la recuperación continúe y se afiance en 2021, apoyada por una mayor relajación de los protocolos de distanciamiento social con la vacunación de una parte significativa de la población general para el 2S2021. Los efectos positivos del sólido crecimiento del PIB real y de los ingresos en Estados Unidos (que debería impulsar las exportaciones y los flujos de turismo y remesas), el fortalecimiento de la relación de intercambio y los efectos retardados de la relajación de la política monetaria deberían respaldar la recuperación.”