Letonia: La contracción del PIB vuelve a suavizarse en el cuarto trimestre
La economía se contrajo un 1,5% interanual en el cuarto trimestre de 2020, según los datos detallados de la contabilidad nacional publicados el 26 de febrero. La cifra se revisó ligeramente a la baja respecto a la caída del 1,4% anunciada en la publicación preliminar, pero aún así supuso una mejora respecto a la caída del 2,8% registrada en el tercer trimestre. No obstante, el resultado del cuarto trimestre es el cuarto trimestre consecutivo de descenso de la producción. En el conjunto del año, el PIB cayó un 3,6%, marcando la primera contracción en una década (2019: +2,0%). La desaceleración más suave del 4T reflejó principalmente la mejora de la dinámica en el sector exterior. Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 3,1% interanual en el 4T, repuntando desde el descenso del 3,6% registrado en el trimestre anterior, gracias a la firmeza de la demanda externa. Del mismo modo, las importaciones crecieron un 1,7% anual, recuperándose de la caída del 2,6% del 3T. En el frente interno, el consumo privado se desplomó un 8,5% anual -más bruscamente que el descenso del 7,3% registrado en el 3T-, debido en gran parte al endurecimiento de las restricciones relacionadas con el Covid-19, en un contexto de rápido aumento de las infecciones por el virus. Por su parte, la inversión fija volvió a crecer en el cuarto trimestre, con un 2,6% interanual (-0,9% interanual en el tercer trimestre). Por último, el crecimiento del gasto público se aceleró hasta el 3,0% en el cuarto trimestre, frente al 2,5% del tercer trimestre. En términos intertrimestrales desestacionalizados, el PIB aumentó un 1,1% en el cuarto trimestre, perdiendo ritmo frente al aumento del 6,9% del trimestre anterior.
De cara a este año, la economía está preparada para recuperarse del golpe de la pandemia a medida que se reactive la demanda interna y externa. Sin embargo, los todavía elevados casos de Covid-19 y las posibles deficiencias en la distribución de vacunas, junto con la preocupación por la fortaleza de la recuperación de la eurozona, empañan las perspectivas.