Israel Política Octubre 2023

Israel: Las perspectivas económicas para el cuarto trimestre y 2024 se deterioran debido a la guerra

-El PIB se resentirá en el cuarto trimestre y en 2024. -El shekel ha alcanzado mínimos de más de una década en las últimas semanas. -Es probable que el déficit fiscal aumente en los próximos trimestres debido al menor crecimiento y al gasto militar adicional. Israel declaró la guerra a Hamás a principios de octubre después de que este último atacara Israel. Más de 300.000 reservistas israelíes han sido movilizados para la invasión terrestre israelí de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás. Israel ha evacuado ciudades cercanas a la frontera de Gaza, ha retrasado el inicio del curso escolar en las universidades y ha cerrado escuelas, aunque muchas reabrieron a finales de octubre.

Si el conflicto sigue circunscrito a la Franja de Gaza, la mayor parte del impacto en el PIB debería notarse en el cuarto trimestre de 2023, con algunas repercusiones adicionales en 2024. Nuestros panelistas consideran que el crecimiento económico se ralentizará hasta casi estancarse en el cuarto trimestre, lastrado por el descenso del turismo y la inversión, el cierre de centros educativos, las interrupciones de las cadenas de suministro y de la actividad empresarial debidas al desplazamiento interno de ciudadanos y a la movilización militar, y las restricciones a la entrada de trabajadores palestinos en Israel, que afectan a la oferta de mano de obra. La guerra ya ha provocado que el shekel supere la barrera de los 4,0 ILS por USD y se deprecie hasta mínimos de más de una década frente al USD, lo que mantendrá la inflación más alta de lo que habría sido el caso en otras circunstancias. Sin embargo, el Banco Central ha anunciado que intervendrá en el mercado de divisas para defender la moneda: Esto debería impedir que el shekel se debilite mucho más, y nuestro Consenso es que la moneda se fortalezca notablemente a finales de 2024 desde su deprimido nivel actual. En cuanto a la política monetaria, una guerra limitada a la Franja de Gaza aumenta las posibilidades de que el Banco de Israel recorte los tipos. En el frente fiscal, la combinación de un crecimiento más lento del PIB y un mayor gasto en defensa conducirá probablemente a un mayor déficit presupuestario en los próximos trimestres en relación con las previsiones anteriores a la guerra, a pesar del apoyo financiero de EE.UU. Durante el mes pasado, nuestros panelistas consideraron que una guerra limitada a la Franja de Gaza aumentaría las posibilidades de que el Banco de Israel redujera los tipos de interés. En el último mes, nuestros panelistas han revisado al alza sus estimaciones para el déficit fiscal de 2024 en 0,6 puntos porcentuales, y es probable que se produzcan nuevas revisiones al alza en el futuro. Si se abre un segundo frente en el conflicto -por ejemplo, contra el grupo paramilitar Hezbolá en el sur del Líbano o en Cisjordania- el PIB se vería mucho más afectado que en un escenario de sólo la Franja de Gaza, el shekel se debilitaría aún más, el Banco de Israel recortaría los tipos y el déficit fiscal y la deuda pública aumentarían.

El primer ministro Netanyahu formó en octubre un gobierno de emergencia con Benny Gantz, de la coalición Unidad Nacional, que durará toda la guerra. El resultado debería ser una concentración en las operaciones militares y el probable aplazamiento por ahora de las reformas pendientes que el gobierno de Netanyahu había propuesto para debilitar al tribunal supremo. En el frente exterior, es probable que se enfríen las relaciones con los vecinos árabes, y que no se produzcan nuevos acercamientos -como las negociaciones en curso para normalizar las relaciones con Arabia Saudí- mientras persista la guerra. Las relaciones con Irán serán especialmente tensas, con el riesgo exterior de que estallen en un conflicto abierto entre Irán e Israel.

En cuanto a las perspectivas, los analistas del EIU afirmaron: “Una confrontación contenida tendría un impacto moderado en la economía israelí, que seguiría funcionando a pesar de la interrupción inmediata y a corto plazo de los viajes nacionales e internacionales, el transporte y la logística […]. Una guerra por poderes en varios frentes tendría un gran impacto en la economía israelí, ya que el país entraría en una situación de bloqueo. Una perturbación importante afectaría a la mayoría de los aspectos de la actividad económica, especialmente a los viajes y el turismo, el transporte y la logística, la industria manufacturera, la minería y la industria tecnológica. La mano de obra israelí se reduciría durante un periodo prolongado en unos 450.000 trabajadores, ya que los reservistas llamados al servicio activo seguirían participando en la lucha.”