Hungría: La economía repunta en el cuarto trimestre, pero sigue siendo mediocre
Según una estimación preliminar, la actividad económica repuntó, aumentando un 0,4% interanual en el cuarto trimestre, por encima de la contracción del 0,8% observada en el tercer trimestre. Sobre una base intertrimestral desestacionalizada, la actividad económica también repuntó, creciendo un 0,5% en el cuarto trimestre (3T: -0,6% intertrimestral a.a.). En el conjunto de 2024, el PIB registró un ligero aumento del 0,5% interanual (2023: -0,9% interanual).
Los datos preliminares sugieren que el repunte del cuarto trimestre se debió al sector servicios. Menos positivo fue el deterioro de los sectores de la agricultura, la industria y la construcción en el último trimestre de 2024. La climatología adversa y una base elevada lastraron la producción agrícola; la debilidad de la demanda exterior frenó el impulso industrial; y la austeridad fiscal probablemente lastró la actividad en el sector de la construcción. El 4 de marzo se publicará un desglose detallado.
De cara al futuro, la economía proseguirá su recuperación gradual hasta finales de 2025, respaldada por el repunte del gasto público, la inversión en capital fijo y las exportaciones. Dicho esto, es probable que el crecimiento del PIB en el conjunto del año no alcance las estimaciones del Gobierno, ya que la persistente debilidad de la economía alemana y el proteccionismo estadounidense frenan el impulso en la UE. Una congelación prolongada de los fondos de la UE y unos aranceles estadounidenses superiores a los previstos plantean riesgos a la baja.
Peter Virovacz y Kinga Havasi, de ING, comentaron las perspectivas: «La economía húngara tendría que crecer a un ritmo medio intertrimestral del 1,3-1,4% a lo largo de 2025 para alcanzar la previsión oficial de crecimiento del PIB del 3,4% del Gobierno. Esto no es en absoluto irreal, ni parece imposible, ya que la economía húngara fue capaz de hacerlo en los años inmediatamente anteriores a la crisis de Covid y en las fases de recuperación posteriores. Dicho esto, las políticas fiscales y monetarias eran mucho más favorables en aquellos años, y ese no es el caso hoy. La demanda externa también es mucho más débil que entonces, y la confianza de los consumidores y las empresas es más frágil y ha tendido a debilitarse en los últimos meses. En este entorno económico, mantenemos nuestra anterior previsión de crecimiento del PIB en torno al 2,0% en 2025.»