Colombia: Es probable que se mantengan la regla fiscal y la independencia del banco central tras la remodelación; los activos colombianos y la gobernabilidad sufrirán un ligero revés
El presidente Petro anunció el fin de su alianza con el Congreso el 25 de abril, después de que tres de los partidos centristas que la integraban se negaran a respaldar un proyecto de ley de reforma sanitaria. Al día siguiente, Petro remodeló su gabinete, sustituyendo sobre todo a José Antonio Ocampo -que gozaba del respeto de los inversores- como ministro de Hacienda por Ricardo Bonilla, un viejo aliado del presidente. Los economistas encuestados por FocusEconomics esperan que Petro siga respetando la regla fiscal y la independencia del Banco Central tras la remodelación. Los activos financieros colombianos y la gobernabilidad sufrirán un ligero revés. Los activos financieros colombianos y la gobernabilidad se verán ligeramente afectados. Si no se aprueban las reformas previstas por el Gobierno, que beneficiarían principalmente a los colombianos pobres, podrían avivarse las tensiones sociales y aumentar el riesgo político.
La regla fiscal: el 100% de los economistas encuestados consideran que el Gobierno seguirá aplicando la regla fiscal en 2023 y 2024. Aunque Bonilla puede no tener tanta independencia de Petro en comparación con Ocampo, deshacerse de la regla fiscal probablemente sería demasiado costoso dado que podría perjudicar significativamente el acceso de Colombia a los mercados internacionales de capital. Según la regla, el Gobierno no puede tener un déficit en su saldo primario -el saldo presupuestario excluidos los pagos de intereses- superior al 1,4% del PIB en 2023 y al 0,2% en 2024. Independencia del Banco Central: Petro ha sido crítico con el Banco Central en los últimos meses, afirmando que sus subidas de tipos de interés estaban perjudicando a la economía. El 62,5% de los economistas encuestados considera que el Banco Central mantendrá su plena independencia tras la remodelación. El resto considera que el Banco Central mantendrá su independencia al menos en cierta medida. Estos resultados sugieren que, aunque el nuevo gabinete puede aumentar la presión sobre el Banco Central para que baje los tipos de interés, es poco probable que interfiera directamente en su proceso de toma de decisiones. Tanto Petro como Bonilla se han comprometido a mantener la independencia del Banco Central, actualmente consagrada en la Constitución. Reducir esa independencia dañaría la credibilidad del Banco Central y, por tanto, su capacidad para controlar la inflación. El sector financiero: Los activos financieros colombianos cayeron tras la remodelación, pero desde entonces han recuperado algo de terreno. Moody’s, una de las principales agencias de calificación de la deuda, declaró a principios de mayo que la incertidumbre política creada por la remodelación podría minar la confianza de los inversores. En línea con lo anterior, el 50% de los economistas encuestados considera que la incertidumbre política creada por la reestructuración afectará negativamente a los activos financieros colombianos en alguna medida en 2023 y 2024, mientras que el 12,5% considera que el impacto negativo será significativo. Mientras tanto, el 37,5% no ve ningún efecto negativo. Mantener la prudencia fiscal y respetar las instituciones independientes del país será clave para limitar las consecuencias financieras en el futuro. Por otra parte, la mayor parálisis política como resultado de la ruptura de la coalición presidencial puede ser un positivo neto para los activos colombianos al bloquear la aprobación de reformas radicales. Dicho esto, si las reformas -que aumentarían el nivel de vida de los colombianos pobres- no se aprueban, podrían avivarse las tensiones sociales y, por tanto, aumentar el riesgo financiero. Política: El 62,5% de los economistas encuestados considera que la paralización del Congreso aumentará en cierta medida como consecuencia de la remodelación, y el 25% considera que aumentará en gran medida. El 12,5% no ve ningún aumento. La ambiciosa agenda reformista del presidente ya se enfrentaba a obstáculos antes de la ruptura de su coalición y su giro a la izquierda política; es probable que políticas emblemáticas como las reformas del mercado laboral, las pensiones y el sistema sanitario se vean ahora suavizadas o bloqueadas dado el menor peso político del presidente. Dicho esto, la reciente aprobación del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno, con amplias mayorías en ambas cámaras del Congreso, demuestra que los acuerdos políticos interpartidistas aún son posibles para el gobierno. Además, el presidente aún podrá adoptar algunas medidas unilaterales a nivel ejecutivo, como la gestión del gasto en subsidios y la regulación del sector energético. El EIU comentó: “La prematura disolución de la coalición, unida a la destitución de ministros moderados (especialmente la del Sr. Ocampo), dará paso a un periodo de mayor inestabilidad e incertidumbre política y económica, que pesará sobre la inversión privada, provocará la depreciación de la moneda y producirá crecientes riesgos a la baja para nuestras previsiones del PIB.”Los analistas de Goldman Sachs declararon: “Creemos que el mercado se centrará en si el Sr. Bonilla hará valer efectivamente su independencia, reforzando la credibilidad del Ministerio y tranquilizando a los inversores y participantes en el mercado sobre su compromiso de continuar con la consolidación fiscal del Sr. Ocampo. Tendremos un mejor indicador de los planes fiscales del Gobierno en la presentación del marco fiscal anual a medio plazo en junio.”