Austria: El crecimiento económico se enfría en el segundo trimestre
La economía austriaca creció un 0,5% intertrimestral en el segundo trimestre, por debajo del 1,5% registrado en el primero. La ralentización fue aún más pronunciada en términos anuales: en el segundo trimestre, la economía creció un 4,7% respecto al mismo periodo del año anterior, por debajo del 8,7% registrado en el primer trimestre. La desaceleración trimestral se debió principalmente a una contracción del gasto de los hogares (2T: -1,9% intertrimestral; 1T: +0,8% intertrimestral). El gasto de los hogares disminuyó como consecuencia de las mayores presiones sobre los precios en el periodo debido a las consecuencias de la guerra en Ucrania, que provocó una subida de los precios de las materias primas. El conflicto también pesó sobre la confianza empresarial, que se moderó notablemente en el periodo: el sentimiento empresarial cayó a terreno pesimista en mayo-junio. A su vez, el crecimiento de la inversión fija se redujo al 1,2% en el segundo trimestre, frente al 1,6% del primero. En el frente exterior, la guerra no parece haber dejado huella, a pesar de la dependencia de Austria respecto de Alemania. Las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 2,7% en el segundo trimestre, frente al 2,3% del primero. Por su parte, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios se moderó del 3,7% del primer trimestre al 0,5% del segundo.
De cara al tercer trimestre, la guerra en el flanco oriental de Europa seguirá frenando el impulso del gasto de los hogares, mientras los precios de las materias primas se mantienen elevados, alimentando la inflación. Además, el sector industrial del país está muy orientado a la exportación y a Alemania. Las sanciones internacionales, los problemas de la cadena de suministro, la menor demanda de Alemania y otros mercados europeos, así como los elevados precios de las materias primas, pesarán sobre el sector industrial. Desde un punto de vista más positivo, el endurecimiento del mercado laboral y el tercer paquete de medidas de alivio fiscal del Gobierno (anunciado a mediados de junio) deberían proporcionar cierto respiro a la economía, aunque el balance de riesgos está claramente sesgado a la baja. Margarita Grushanina, analista de Erste Bank, comentó: «La enorme incertidumbre global actual y los riesgos claramente apuntando a la baja hablan a favor de la cautela a la hora de estimar el desarrollo económico en los próximos trimestres. Para el conjunto de 2022, esperamos un crecimiento del PIB del 3,8%. Para 2023, esperamos una ralentización hasta el 1,8%, debido a los efectos indirectos de la guerra en Ucrania y a los efectos adversos de la elevada inflación.»