Angola: La actividad cae a un ritmo más suave en el cuarto trimestre de 2020
En el último trimestre del año pasado, la economía siguió en una situación difícil, con una caída interanual del PIB del 5,4%, debido a los efectos persistentes de la pandemia. No obstante, la caída fue superior a la del tercer trimestre (6,2%). En cuanto al año en su conjunto, la economía registró su quinta contracción anual consecutiva, con una contracción del PIB del 5,2% respecto al año anterior (2019: -0,6% interanual), lo que supuso la caída más pronunciada desde 1993. Si nos fijamos en los detalles de la publicación, la mejora del cuarto trimestre reflejó una vuelta al crecimiento en los sectores pesquero, extractivo, financiero e inmobiliario. De hecho, la producción del sector pesquero creció por primera vez desde el primer trimestre del año pasado. Además, se suavizó la contracción en el sector del transporte y el almacenamiento. Menos positivos fueron los resultados del sector petrolero, que representa aproximadamente un tercio del PIB; la producción se contrajo un 10,8% interanual en el cuarto trimestre, frente a una caída del 5,5% en el tercero. Es probable que el sector se haya resentido de la menor dinámica de la demanda, en un contexto de reimposición de las medidas de bloqueo a escala mundial en el último trimestre del año pasado. Por su parte, la producción manufacturera se contrajo en el cuarto trimestre.
Aunque se prevé que la economía vuelva a crecer este año, la recuperación será escasa y no se espera que la producción vuelva a los niveles anteriores a la pandemia en USD antes de 2024. El despliegue mundial de vacunas debería afianzar la demanda interna y externa a medida que se suavicen gradualmente las medidas restrictivas, sobre todo a partir del segundo semestre del año. Sin embargo, la balanza de riesgos se inclina a la baja: Persiste la incertidumbre sobre el ritmo y la eficacia de los programas de vacunación y, a su vez, sobre la recuperación mundial. Además, existen obstáculos para la diversificación fuera del petróleo, y los años de recesión han limitado los niveles de renta y las oportunidades económicas. No obstante, el reciente repunte de los precios del petróleo es un buen augurio para las perspectivas. Gerrit van Rooyen, economista de Oxford Economics, añadió: “Nuestras perspectivas de crecimiento para 2021 han mejorado gracias al repunte de los precios del petróleo y a las mejores expectativas para el comercio mundial. Prevemos que el PIB real se recupere finalmente -tras cinco contracciones anuales consecutivas- para registrar un crecimiento del 1,7% este año […]. No obstante, prevemos un descenso moderado de la producción nacional de petróleo, mientras que las continuas restricciones relacionadas con el coronavirus lastrarán la recuperación económica.